En la mañana del jueves 16 de noviembre, nos llegó el fatal desenlace del fallecimiento de don Rafael Espinosa Moreno. Con 67 años nos dejaba, tras varios años afrontando los problemas de salud que se le presentaron.
Perteneciente a una familia que lo fue todo en la ciudad. Su padre, presidente de la Agrupación de Cofradías; junto a su madre y luego sus hermanos, promotores de los Belenes familiares en su casa de calle Lucena, punto de encuentro de tantas familias que iban allí a admirar sus obras de arte en cada Navidad. Tras fallecer su padre, fue el hermano que recogió su legado público en la ciudad, formando parte de la vida social de la familia.
San Pedro, el Consuelo y Antequera fueron sus pasiones, aparte de su familia obviamente. En los últimos años, no paró de investigar entre la historia local, contribuyendo a charlas, rutas y visitas del Patrimonio callejero, con sus capillas votivas y sus clases con el grupo de Patrimonio del CEPER de Antequera.
En San Pedro, con la Sacramental y el Consuelo, fue donde tuvo relación y en las que fue directivo. De ahí surgió su faceta oradora, siendo pregonero, escritor, presentador y orador de todas las cofradías que le pidieron su ayuda. Exaltó a los tres patronos, siendo ante la Virgen de los Remedios, su última súplica pública. Hizo de su vida cofrade un continuo pregón donde pasó por todos los momentos y sitios que una cofradía ofrece a las personas.
Que haya consuelo para su esposa, Carmen Aciego Lozano; sus hijos: Rafael y Lourdes; su apreciado y querido nieto: Pablo; hermanos, sobrinos y demás familia. Que la Virgen del Consuelo te ayude a no poder estar con los tuyos. Desde el Cielo, habrás visto todo lo que esta ciudad te quería.
Ya no será lo mismo entrar a San Pedro y ver a ese hombre que siempre buscaba a su Virgen, cuando la mirada iba hacia el Altar Mayor. Así lo vimos en la última festividad del Consuelo, donde antes y después de comulgar, se paró ante la imagen mariana. Segundos de oración y de despedida hasta que ahora la verá frente por frente cada día, para poder ver con sus ojos a su familia, a sus amigos y a esta tierra por la que tanto trabajó en vida. Y como dice la oración: Consuelo, ayuda y favor…
