Dos años ha durado el periplo de Juan Antonio Vázquez «Chispi» al frente del Dólmenes Antequera. Cambió el rol de jugador a estrenarse como entrenador al descender de Asobal y se va tras no tener la misma visión de futuro del club.
Así lo ha anunciado este miércoles por la tarde en la Escuela de Hostelería de La Fábrica junto a Micri Rueda y José Francisco Díaz que dejarán también su papel en la dirección del equipo.
Nada más empezar lo resumió de esta manera: «No continuaremos el año que viene como entrenadores de la primera plantilla». Agradecen que hace dos años apostaran por ellos y lo vivido hasta ahora, «pero entendemos que el futuro del proyecto del club va por un lado» y ellos no se sienten «a gusto como lo que querríamos estar».
Siente que no están conformes «con nuestras formas de entender el balonmano y el funcionamiento del primer equipo», por lo que han decidido no seguir. Expone que el 3 de marzo se reunieron con la directiva del club para analizar el futuro y exponer sus sugerencias y al no recibir respuesta a lo que pedían a día de hoy, anuncian su adiós. Y lo hacen porque «más que sumar, creemos que somos un estorbo» al trabajo donde «no podremos aportar» lo que querrían.
Han esperado unas semanas y al quedar un sólo partido en casa en una semana, han visto oportuno anunciarlo ahora para que se sepa por parte de la afición y el club. Chispi expone que «en el funcionamiento del día a día y de la cantera no hemos tenido repercusión». No han sentido cariño y no quieren ser un impedimento para el futuro.
El primer entrenador aún del club explica que el proyecto ha cambiado en un año: «Se fueron seis y vinieron tres». No quiere entrar en más detalles, pero entiende que no ha habido afinidad con el club. Expusieron cómo querían trabajar, pero en el día a día no encontraron respuesta.
Reconoce que el año pasado no consiguieron los resultados esperados, algo que sí se ha alcanzado este año. En cada rueda de prensa ha ido dando mensajes y todo se respiraba, sobre todo en el mes complejo de resultados a final de año.
Sobre rumores de tener ofertas «a día de hoy, no tenemos ninguna», descartando que sea así. Quieren seguir entrenando y de momento, el año que viene se quedarán en casa con su familia, a no ser que alguien les haga una oferta desde ahora. Pero en lo que están centrados es en terminar la campaña lo mejor posible.
Una decisión sin marcha atrás, ya que entiende que si en casi dos meses no le han dado respuesta, no lo vaya a recibir en las tres semanas que restan ni aunque se clasificaran para la eliminatoria de ascenso ni si así lo consiguieran.
La plantilla lo sabe desde la reunión del mes de marzo y les agradece que lo hayan seguido dando todo. Insiste en decirlo ahora y no al final para que la afición lo sepa antes del último partido en casa, ante el Cisne el sábado 4 de mayo a las 19 horas.
