jueves 21 noviembre 2024
InicioOpinionesLa carta de Pedro Sánchez: de vergüenza para España

La carta de Pedro Sánchez: de vergüenza para España

Mientras a bombo y platillo en el País Vasco peneuvistas y herederos de ETA aún seguían festejando los buenos resultados electorales del último fin de semana, una vez más irrumpía en el escenario político, de la España que él ha enfrentado, el tipo mesiánico llamado Pedro Sánchez. Sin altura de presidente y aprovechando el medio nada ortodoxo de la red social X, Sánchez publicaba una carta a la ciudadanía pasa salvar, según él, a su mujer del fango que le esparcen día si y día también.

¿Se puede ser más cínico? ¿Hay alguien más déspota? ¿Ha olvidado Sánchez las carcajadas que como macarra de bolera espetó en el Congreso? ¿Ya no recuerda Sánchez los insultos que lanzó a Rajoy cuando le dijo que no era una persona decente? ¡Qué hipocresía y desfachatez más grande!

España y los españoles, al menos algunos, estamos hasta las gónadas de que nos tomen por imbéciles. A Pedro Sánchez hay que recordarle que desde su llegada al Gobierno ha enfrentado día sí y día también a los españoles; a ellos sí que los ha llenado de fango. Ha permitido que separatistas, herederos de ETA y golpistas exiliados tomen decisiones para un país como España con una democracia que él, y solo él, ha manipulado para no salir de Moncloa. Ha permitido, con ministros que parecen pregoneros de las mejores tómbolas de feria, que el Congreso de los Diputados se convierta en el mayor escenario del insulto, la provocación y la falta de diálogo. De la presidenta del Congreso, mejor ni hablar. Pero, ¡en esos asuntos no pasa nada!

Ahora, tal vez acorralado por el escenario político que se puede dar en Barcelona, Sánchez ha querido reflexionar. Fuera especulaciones, difícilmente sabremos que gota ha colmado el vaso, pero su victimismo patológico le ha conducido a tomar una decisión para que el populismo lo recoja, lo saque a hombros y lo pasee por el Paseo del Prado como la salvación de España. Únicamente él, con o sin Falcon, es la solución para España.

Hay que volver a recordar a Pedro Sánchez que a cada guarro le llega su San Martín y que el que por su gusto muere hasta la muerte le sabe. Así pues, la cursilería que ha mostrado en la carta viene con un claro mensaje de querer dar pena, guarda la figura de un mesías que espera el aplauso de los suyos. Lanza un órdago que durante cuatro días coloca a España como el único país con una figura nueva: tiene como presidente a un fijo discontinuo.

Sánchez, hora sí, hora también, debe cavilar con su señora la basura que ha generado; debe reflexionar sobre su narcisismo; ha de ser consciente de que será portada de todos los nuevos libros de Historia de España y que de él partirán todas las nuevas situaciones de aprendizaje. Pero, de igual forma, debe tomar conciencia que ha engordado un monstruo en España que es la provocación, el despotismo y sobre todo el separatismo de gentes que se levantaron contra España. Es muy difícil, imposible diría yo, contentar y gobernar para con todos los españoles. Pero, aún más difícil es mantenerse en el poder con la altanería y la chulería con la que ha hecho gala en los últimos meses.

Lo que nos anuncie Pedro Sánchez el lunes no será una decisión de inmediato, ya lo tiene bien decidido. ¡Es un tipo muy listo! Para bien de los mismos socialistas, García Page, Felipe González y Javier Lambán deben llamarlo para convencerlo y echarlo a la calle. No nos vale ojo por ojo diente por diente. Sánchez no puede seguir vendiendo o conmigo o contra mí.

No deben ser esas las reglas del juego. Difícil, muy difícil, resulta contentar y gobernar para con todos los españoles cuando los estás echando continuamente a guerrear.
Señoría Pedro Sánchez: ¡Ya ha hecho un recorrido más que suficiente para que sea todo un bestseller! Sus apariciones, sus gestos, su poca clase, su falta de seriedad, su chulería, su sarcasmo y sus desmanes pueden llenar capítulos, de libros, tesis doctorales o trabajos fin de grado.

Por lo tanto, quédese en su casa, no venga más. Está olvidando que las enormes fracturas que está generando, día sí, día también, son las facturas del mañana que todos, por su arrogancia e ineptitud, pero también por su ambición, vamos a tener que pagar día sí, día también, con o sin fango.

Más información edición digital www.elsoldeantequera.com y de papel.
¡Suscríbase y recíbalo en casa o en su ordenador, antes que nadie (suscripción)
 
NOTICIAS RELACIONADAS

Más recientes