Repasar los números y medallas que posee Laura Aguilera Campos, supone quedarse cortos para analizar su carrera y el momento actual en el que se encuentra desde su día a día en Antequera.
En plenos Juegos Olímpicos, la entrevistamos en el Centro de Tecnificación de Atletismo “Sexto Centenario” de Antequera con el descanso merecido tras la plata lograda este verano en Sub-23 y una temporada que con las otras dos medallas nacionales, la sitúan como la tercera en el ránking nacional en categoría absoluta y segunda, en la suya.
Con estos números nos adentramos a hacer un repaso de la temporada, de su recorrido como atleta y del futuro que pasa por iniciar el ciclo olímpico de 2028.
Con 21 años, Laura Aguilera Campos (Cartaojal, 4 de marzo de 2003) muestra una madurez fruto de la propia exigencia que tiene con ella misma, con la competición, con el deporte. Practica atletismo desde los 14 años, tras haber pasado antes por natación, duatlón y kárate. Probando una y otra disciplina, consiguió hacerse una atleta completa en las pruebas combinadas.
Analizamos con ella lo que ha sido este año 2024 que ha finalizado con dos platas, en el Sub-23 de pista en Antequera y hace pocas semanas en heptatlón en Sub23 en Burgos; y el bronce en el absoluto en Orense. Con estos resultados, más los logrados en equipo, con su club Cueva Nerja, se muestra “muy contenta con la temporada, ha podido ser una temporada continua que es muy importante porque me han respetado las lesiones bastante bien, hemos tenido algunos dolores, pero entran dentro de la normalidad y la hemos podido solventar bien, ves bastante parte del trabajo reflejado con los resultados, así que contenta”.
Son los resultados esperados aunque hay una espinita “del Campeonato de España Absoluto. En el 400 metros lisos, que intentamos el pase a la final, era el objetivo primero y no lo hice mal, y nos quedamos a un puesto de poder pasar a la final y quizá, ése ha sido el pero más grande de esta temporada”.
Y es que como decimos es una atleta completa al tocar siete de las disciplinas de este deporte (lanzamiento de peso, lanzamiento de jabalina, 100 metros vallas, salto de altura, 200 metros, salto de longitud y 800 metros), pero en carrera se siente más cómoda, lidera las mismas por delante de sus rivales y con grandes marcas: “Las carreras son mi punto fuerte y es donde más destaco, a una le suele gustar más donde mejor es, va un poco acorde”.
Pero confiesa que las combinadas las disfruta mucho todas al ser “una prueba muy completa, muy sacrificada, donde tanto física como mentalmente, son cuatro jornadas en la pista muy intensivas en el verano, es difícil. Este año era un reto diferente, como el absoluto habíamos cambiando de planes, entonces la he modificado; tenía el objetivo de disfrutarlas, pasármelo bien en las siete y lo conseguí”.
Se presentó en el Absoluto para luchar en los 400 metros que era su objetivo, por ello, estas combinadas ha sido más de disfrute, no tanto lograr el trofeo, y así, ha logrado la medalla de plata. Reitera que no era el objetivo el colgarse la medalla, sino “conseguir un puesto de cara al relevo” en el Absoluto. Una prueba que realizó junto a sus compañeras del Cuevas de Nerja, saliendo en última posición: “El relevo es una prueba de equipo que sólo se hace cuando tenemos una oportunidad de hacerla, suele ser en los campeonatos de España donde se da, es con el que he podido competir”.
Volvemos a las combinadas y su rival que tiene por delante, Sofía Cosculluela: “Ha conseguido romper incluso la barrera de los seis mil puntos, es la tercera española en hacerlo, son palabras mayores. Muy contenta por ella y de tener una rival así está muy bien siempre porque te ayuda a querer mejorarte siempre un poco más aún a ti misma”.
Descanso y a luchar por el sueño
Tras tanto trabajo, estudios, entrenos, competición, llega el merecido y esperado descanso con la mirada puesta en lo que vendrá después, algo que ella tiene muy claro: “Ahora mismo descanso y ver las Olimpiadas, y de cara a septiembre, dentro de poco, la preparación al nuevo ciclo olímpico, una preparación real y siendo consciente de ello”. Un deseo que antes estaba lejos “era más pequeña y París se veía lejos, quedaba lejos realmente”.
Ahora sí, es un objetivo a lograr “es una cosa real, y queremos luchar por ello de manera consciente, el sueño es desde el primer día, es que tengo el sentimiento innato. Sigue intacto”. Afirmaba hace dos años que quería ir a los Juegos y ganar, “son palabras mayores, hay que ser realistas, no entran dentro de los planes ganar las primeras Olimpiadas, pero en un futuro, ¿por qué no intentarlo? El sueño sigue. Pero de primeras, es llegar”.
Es una realidad, un camino largo de cuatro años: “En el que pueden pasar muchas cosas por el camino y ése es el objetivo final y donde está puesto el punto de mira. Pero por el camino hay otros más cercanos, más asequibles, por mirar un poquito más bajo, por ejemplo, el año que viene, está el Europeo de mi categoría, el Sub23; por el camino habrá también europeos absolutos, mundiales…”.
Muchas pruebas y campeonatos en los que luchar y trabajar, pero para ello, para cualquier deportista de alto rendimiento, se necesita: “Apoyo, a nivel de patrocinio. Necesito, apoyo económico para poder viajar a las competiciones porque el sistema de clasificación que está ahora, es diferente a como estaba años atrás. Y ahora el hecho de salir a competir fuera, en el extranjero, te da unos puntos extra de la competición que son muy importantes de cara a conseguir el puesto para poder acceder a competiciones internacionales, ya sean europeos absolutos, mundiales, las Olimpiadas, se necesitan esos puntos extras; y claro, necesito viajar y ese viaje, lleva detrás un coste bastante importante”.
Al no tener ese soporte económico hay desplazamientos que no realiza para practicar esas modalidades, que de hacerlas, harían de Laura una atleta aún mejor de lo que ya es: “Me encuentro un poco limitada en ese aspecto, porque en pista cubierta, se puede entrenar bastante si haces saltos, si haces lanzamientos, peso por ejemplo, se puede solventar bastante la situación. Pero en el momento en que tus pruebas son al aire libre, como es el caso del 400, el 400 metros vallas, se complica porque básicamente el 400 vallas aquí no se puede probar, es imposible. Y no tengo malos resultados a nivel español, pero es a ciegas».
«Cada vez que compito en esa prueba, sabemos que tenemos gran potencial, porque vemos que tenemos bastante margen, porque sin entrenarlo, los resultados no son malos. De hecho, en el campeonato de España, en el Univesitario, fui segunda en 400 metros vallas, sin tener eso, una preparación física buena. Tendremos que desplazarnos a alguna pista cercana para poder entrenar, porque aquí nos encontramos por esa parte muy limitados”.
Una vida llena de sacrificios
Nos adentramos en su parte más personal, donde le toca compaginar los entrenamientos con su vida de estudiante, afronta el último año de carrera en la Centro de Magisterio María Inmaculada. No es nada fácil: “No, hay muchas horas detrás que todo lleva al mismo fin, porque es importante cuidar todo lo demás. Soy deportista, pero también soy persona, llevo una vida paralela con los estudios”.
Y todos los aspectos se deben tener en cuenta “es importante cuidar el nivel mental, el descanso, la alimentación. Tengo la suerte de estar aquí estudiando, estoy en casa, me miman mucho mis padres, mi hermana, y la verdad que por esa parte estoy muy cómoda”. Confiesa que hay días en los que se dobla el entrenamiento y “es duro y hay sacrificio; no pesa porque te gusta, pero que no pese o pese menos y lo disfrutes, no quiere decir que no esté”.
Como indicábamos al principio, comenzó en la natación y llegó al mundo del atletismo más tarde, pero lo hizo a lo grande: “A los pocos meses me pude clasificar para el campeonato de España. En ese aspecto para mí fue rápido, de donde venía. Estoy dando los pasos aquí dentro un poco más despacio de lo que me gustaría, o lo que hubiera imaginado, a veces por unas circunstancias y a veces por otras, pero lo estoy disfrutando el doble por ser tan lentos. Estoy preparada para subir el escalón que me falta, lo único que necesito es poder terminar de subir, y una vez que lo suba, ya sé que es difícil que vuelva a bajar”.
Para terminar, atleta y futura maestra, es un ejemplo en el que muchos niños se pueden ver reflejados, le pedimos que les ofrezca un consejo: “Primero, que hagan deporte. Si hacen deporte ya es un gran paso, porque te forma para tu vida, te hace carácter y te ayuda a traspasarlo después a cualquier faceta de la vida. Te enseña esa frustración cuando no salen los resultados como esperas; cuando es un deporte de equipo, que tienes que saber llevarte con todos, escucharlos a todos; eso de cara a cuando seas mayor y tengas que trabajar en una empresa, por ejemplo, son cosas que forjan el carácter. Tienen que disfrutarlo, que lo hagan por diversión para que ellos estén contentos y no buscando nada en concreto, ni contentar a nadie que lo hagan por ellos mismos”.
Por otro lado, destaca al apoyo fundamental de la familia: “Yo que soy de Cartaojal, he necesitado hasta hace poco que me traigan y me lleven todos los días a entrenar y eso es un sacrificio que lo tiene que hacer por ti la familia y tienes que sentir ese apoyo”.
Para finalizar hacemos un pacto con ella, entrevistarla dentro de cuatro años con el objetivo cumplido de estar en los Juegos Olímpicos de 2028 en Los Ángeles. Ahora toca buscar ese patrocinador que cuando la vea en la tele sienta ser parte del sueño cumplido de Laura Aguilera.
