El partido ante el Triana dio para mucho, mostrando el Dólmenes Antequera una de sus peores cara de la temporada. Derrotados y sin rumbo.
Pero este equipo tiene aún mucho que mostrar. En el inicio liguero presentó líneas que demostraban que se estaban haciendo bien las cosas en los entrenamientos y las piezas encajaban, pero los resultados positivos casi se han rozado, pero no logrado. Y eso al final ha terminado por meter al equipo en una espiral de la que le está costando salir.
Levantarse ante un rival difícil será el cometido de este sábado 7 de diciembre a las 18 horas en casa del Sinfín Santander que comparte cabeza empatado a puntos con Burgos y Alicante. El Dólmenes tendrá que hacer frente como sabe a tan gran rival, con un banquillo de técnicos ausentes, Lorenzo Ruiz por su baja y José Cándido Sevilla, que no viaja a partidos fuera de casa.
Son muchos cabos sueltos en un equipo que se ha ido diluyendo, pero que si fija bien el rumbo, puede comenzar a cambiar.