Semana de entrenadores. Antonio Ortiz regresa al Balonmano en su tierra y Javi Medina deja el Antequera tras una temporada histórica. No son los únicos, pero sí los protagonistas de esta semana que refleja lo importante que es la persona que dirige, coordina y une a un grupo.
Empezamos con Antonio Ortiz. Un pelotazo de fichaje por el Dólmenes Antequera. En una rueda de prensa se ha dado mayor proyección que en elos últimos años del club. Dani Podadera conecta con los micrófonos y se recupera a alguien que no tuvo que haber salido nunca: Antonio Ortiz.
¿Y quién es? Pues por enumerar su carrera en el deporte rey de Antequera, ha sido… jugador del Balonmano Antequera desde 1990 a 2003. Monitor deportivo, entrenador territorial y entrenador nacional por la Real Federación Española de Balonmano desde la temporada 2007-2008. Ha estado en la Escuela Municipal de Balonmano,al frente del Alevín Masculino del Balonmano Antequera, del Infantil Masculino (B) , del Cadete Masculino (B), del Cadete Masculino (A), del Juvenil Territorial Masculino, del Senior en Segunda Nacional Masculina Andaluza. Segundo entrenador de la Selección Andaluza Cadete Masculina. Con el Juvenil Territorial Masculino de primer año. Del Senior Segunda Nacional.
Director técnico de la Base del Balonmano Antequera, con el Alevín Masculino y del equipo en Asobal. Seguidamente, director técnico de la base del Angel Ximenez de Puente Genil. De ahí pasó al Juvenil Territorial Maristas de Málaga, director técnico de la base del Colegio Maristas de Málaga, segundo entrenador del Infantil del Balonmano Los Dólmenes, director técnico de las Selecciones Andaluzas, director técnico de las Selecciones Malagueñas y profesor en la Escuela de Entrenadores de La Federación Andaluza.
Tras enumerar toda su trayectoria, la pregunta es: ¿cómo se dejó escapar y cómo ha tardado tanto en volver? Es puro talento y un ejemplo de lo que supusieron los colegios de La Salle y Manolo Porras. Es Balonmano puro y duro. Escucharle hablar en su presentación era sentido común y saber de lo que se hablaba: “Queremos que nuestros niños y niñas cojan desde el primer día los valores del balonmano, el esfuerzo, el trabajo en equipo, el sacrificio, el respeto por el rival, por los demás, por sus propios compañeros”.
Y junto a él, la despedida del entrenador que se ha puesto al nivel de los recordados Martín Doblado, Monreal o José Luis Fuentes, Javier Medina, el entrenador que vino acompañando a Abel Segovia, ascendiendo a Primera RFEF y este año histórico con el título de campeón de invierno, quinto, clasificado para la Copa del Rey y ha acariciado la final de ascenso a Segunda División.
Un joven entrenador con la filosofía y forma de ver el fútbol como Johan Cruyff y Guardiola, pero sin problema para ser un fiel seguidor de Morante de la Puebla. Sevillano con corazón bético, y que emocionó con su despedida: “Se va al entrenador, pero se queda para siempre un aficionado más a este humilde club, que espera que nunca se pierda la ilusión por el fútbol en Antequera. ¡Te voy a echar de menos, Antequera!”.
Dos ejemplos como los hay más en la ciudad (Vicente Ortiz, Sevilla, Pastrana, “Chispi” o los Soto…) que deben de servir para saber que lo importante no es ganar, es entender ese deporte, respetar al rival y sentirse una familia. Y si encima juegas bien, la afición se divierte y ganas… ¿qué más pedir?