Y, ¿cómo será este nuevo julio? Recuerdo que para mí, ya con muchos julios “a mis espaldas”, julio era siempre un mes de transición, incluso los Sanfermines se repetían. Así lo resumía yo para mis amigos extranjeros. Les advertía que podía hacer calor en el verano español, y les aconsejaba que vinieran a España en julio, mejor que en agosto. Y de esta forma trataba yo al mes de julio: algo caluroso, acercándonos a agosto, mes ya cálido, fin del caluroso verano. Julio era un mes de transición que desembocaría en las distintas ferias (taurinas o no) de agosto. Mencionemos las que conozco bien: Málaga y San Sebastián (primeros días de agosto), Huesca (por San Lorenzo, en ese agosto que empieza), Bilbao y Antequera (bien entrado agosto)… Ferias taurinas y de cultura…
Y este nuevo julio, ¿cómo va a ser? Después de lo vivido en mayo y junio, no deberíamos calificar este julio, como de transición. Hace unos días, sin ir más lejos, he podido ver en la televisión aragonesa los estragos causados en varios municipios de Zaragoza por las lluvias torrenciales que han soportado pueblos como Azuara y Letux, muy afectados, e incluso las vías de tren que unen Zaragoza con Barcelona. No, final de junio y principios de julio no van a ser de transición; esperemos que los Sanfermines lo amainen todo, y Julio vuelva a ser un mes normal, aunque con grandes síntomas de calor…
Y ¿qué ha pasado en este último junio? Se han desatado los calores, y muchas capitales de muchas provincias han sufrido elevaciones de temperatura, por encima de los 30 grados centígrados, poco corrientes. ¿Seguirán los mismos calores en julio? He pensado a menudo en los Romeros de la Romería del Rocío; no he asistido nunca a esa vuelta del Rocío de tantas hermandades, aunque siempre me he preguntado cómo sería esa vuelta, con tanto calor; las imágenes de la televisión andaluza, los mensajes de Julia Mejías, romera “desde siempre”, me han tranquilizado mucho: los romeros han sabido esperar al salto de la verja y volver con optimismo,pensando que todavía queda un año para el Rocío 2026… He llegado a la conclusión de que Almonte hace milagros.
Mientras tanto, he prestado atención a alguna otra pequeña Romería, y a alguna otra pequeña procesión que se han celebrado, sin tantas hermandades, pero con no menos fervor y entusiasmos locales. Recordemos, en primer lugar, a las Santas Alodia y Nunilón, dos pequeñas imágenes que lucen en su pequeña romería entre Huescar y Puebla de don Fadrique en la provincia de Granada. Estas dos Santas, cuyo nombre llamó mi atención hace ya algunos años, son Santas desde el siglo XVI. Ambas son las patronas de estos dos pueblos que se las “reparten” en Romería cuyo comienzo tiene lugar el lunes siguiente al lunes de Pentecostés. Las fiestas en honor de estas dos Santas están consideradas como una de las fiestas más importantes del altiplano granadino.Las dos Santas fueron hermanas, hijas de padre musulmán y madre cristiana, y fueron finalmente sacrificadas por no abandonar su fe cristiana. La tradición se remonta a varios siglos en Granada, llegando a esta ciudad desde Navarra.
Otras procesiones “menores” que he estudiado y he visto que “barren” Andalucía desde Huelva a Almería, son las de Valenzuela (Córdoba) en la que el suelo de las calles está engalanado en honor de la procesión del Corpus Christi, la Virgen de la Capilla de Jaén, la de San Bernabé en Marbella, y la de la Virgen de las Angustias en Vera. Gracias a nuestras televisiones regionales y locales, he podido seguir el caluroso mes de junio y prever cómo va a ser este mes de julio, antesala de nuestro florido agosto.
Y déjenme para el final unas palabras sobre la decoración del suelo antes de pasar la procesión del Corpus Christi. Esta tradición no es nueva; en nuestra “vieja” Antequera he vivido de niño algo parecido: las calles por las que tenía fijado su recorrido la procesión del Corpus, aquel jueves y al siguiente coincidiendo con la famosa Octava, eran inundadas con lo que teníamos a mano (plantas de romero). Recientemente, anduve esas calles con suelo engalanado en Baiona (Galicia). Llevan sus habitantes muy a gala enseñar sus calles engalanadas par el paso de la procesión del Corpus.