Todo empezó en 1954, en nuestro Teatro Torcal se representaba, Lilí, una obra teatral basada en la película francesa dirigida por Charles Walters en 1953 y protagonizada por la actriz Leslie Caron, la cual tenía un parecido físico increíble con nuestra María Palomo. Lilí fue todo un éxito y se estuvo representado durante meses. Desde entonces María pasaría a ser conocida en Antequera como la “Lilí”, sin duda aquella interpretación le dio las tablas y experiencia que más tarde mostraría nuestra María.
1955. Los alemanes desembarcan en Antequera, se comienza el rodaje de ‘Solange Du Lebst’. Actualmente a fecha de realización de este artículo, la Universidad de Ratisbona en Alemania se encuentra realizando una monografía dirigida por el catedrático Ralf Junkerjürgen. La intensión de esta publicación es aportar toda la información posible sobre el rodaje de esta película. Producida al cien por cien por capital alemán, pero que irónicamente jamás se estrenó en España.
Arrojando la máxima luz posible hacía una de las producciones más extrañas y llena de matices producida por la cinematografía europea.Durante el rodaje en la ciudad de Antequera en mayo de 1955, se contratan a multitud de extras, casi todos ellos con actuaciones efímeras que no pasarían más allá de la anécdota, pero entre todos ellos, encontramos a dos personas que los periódicos de la época nombran por su impecable papel durante el rodaje. De esta forma se nombraba a estos dos extras en las líneas del decano de la prensa malagueña, el periódico antequerano El Sol de Antequera, “… pero tenemos que consignar que los cineastas alemanes han encontrado entre esos extras algunos buenos actuantes, como un improvisado sacerdote, que ya la gente le ha dado el mote de “padre Pimienta” y una muchacha antequerana con admirables condiciones para el cine, que reveló sus aptitudes artísticas en una función benéfica celebrada en noviembre en la interpretación de la protagonista ‘Lilí’. Según parece dio gran realismo a su papel, aunque breve, a satisfacción del director de la película, y se la elogia también por cuantos estuvieron presentes en esos momentos”.
Como investigador, mi deber era buscar a todas las personas que intervinieron en la película, el problema era encontrar a María Palomo, no tenía literalmente nada para poder seguir su pista, era como si María no existiera en la ciudad que la vio nacer… y de cierto modo fue así. ¿Y por qué no? Me dije, ¿y si realizo un llamamiento en Redes Sociales? Aquel mensaje lo encabezaba un titular muy llamativo: “NECESITO VUESTRA AYUDA, ¿alguien conoce a María Palomo?”. Aquella publicación aportaba datos sobre la película e imágenes de María interpretando el papel. No pasaron ni 24 horas cuando comenzaron a llegarme informaciones sobre María, algunas más fiables, otras menos, pero todas con una clara intención de ayudar.
Y por fin pude concertar una entrevista con María, una de las personas más excepcionales que he conocido. María contrajo matrimonio muy joven, con el antequerano Manuel Chaves Granados, hijo del recordado director del Instituto Pedro Espinosa, Manuel Chaves Jiménez. Marcharon para Canarias ya que él era militar, siendo destinado al archipiélago. María y Manuel tuvieron dos hijas: Maite y Paloma. Actualmente nuestra María vive en Torremolinos, acompañada de sus hijas.
Durante el rodaje de ‘Solange Du Lebst’, María se encontraba estudiando Magisterio y se corrió la voz que los alemanes habían comenzado el rodaje en los llanos del Cerro de Vera Cruz a los pies del antiguo depósito de agua municipal. El despliegue de la productora alemana era literalmente impresionante: camiones, focos, cámaras… y una ingente cantidad de extras contratados.
María recuerda cómo se había formado un gran número de curiosos alrededor del rodaje, “y en un momento dado, se acercan dos personas con un intérprete, uno de ellos era el director, y me dice: ‘¿tú quieres salir en la película?’. En ese momento me quedé en blanco, no me lo esperaba… ‘¿Pero para qué es?’, le contesté en seguida. El director me miró fijamente y me dijo: ‘Porque tenemos una cosita para ti… pasa al plato del rodaje. ¿Quieres?’. ‘Sí, sí, sí’, le dije enseguida sin pensármelo”.
A partir de ahí, la entrevista se convierte en sentimientos, emociones y alegrías. María me contó que le pagaron veinte duros de aquella época, que los sueldos de los extras estaban muy bien pagados, que a las mujeres que acudían con un niño pequeño se le pagaba el doble. Me habló de la amistad que surgió entre ella y la actriz principal Marianne Koch, convirtiéndose en amigas. “Un día todo el equipo se presentó en mi casa. Yo vivía en la calle Cambrón y Villate, se enamoraron de la típica casa andaluza, encalada en blanco, con el enchinado para la caballeriza, comieron uvas de las parras… y al final le pidieron a mis padres que me dejaran marchar con el equipo a Alemania”. “Tenían varios proyectos cinematográficos por realizar, y que me veían con muchas cualidades para la interpretación”. María proseguía la historia contándome que las oportunidades pasan una vez en la vida y que no se deberían dejar de marchar… María nunca se marchó a Alemania.
Me apuntó multitud de historias y anécdotas del rodaje, pero también muchísimas historias de la Antequera de los años cincuenta y sesenta: nombres, hechos, lugares… pero sobretodo me dio las gracias una y otra vez, por poder ver por primera vez y después de más 75 años, las imágenes que rodó en 1955. La entrevista la podéis encontrar al completo, en mí canal de YouTube: Antequera Oculta. ¡Gracias María!