En las puertas de las iglesias, y en diversos medios, se nos empieza a pedir la «x» en la casilla correspondiente de la declaración de la Renta, cuya campaña acaba de comenzar. Muchos estamos en el error de que la Iglesia es rica, quizá porque ignoremos la catarata de datos de que nos hablará, en próximos artículos, el párroco de San Sebastián padre Antonio Ramos, «refrescándonos la memoria» sobre cosas que seguro sabemos, pero que olvidamos o no valoramos como merecen.
Adelantando su oportuna y demoledora, en cuanto a datos y detalles, colaboración, avanzaríamos algo que, si lo pensamos fríamente, nos puede alcanzar a nosotros personalmente, o a alguien próximo a nosotros… si es que no nos ha afectado ya: en España hay 40.000 instituciones de la Iglesia católica, que desarrollan alguna actividad de ayuda social a algún grupo humano necesitado.
Así, dejando atrás la labor cultural y patrimonial de innegable interés para el Turismo, cuyos beneficios repercuten luego en todos, la Iglesia, en España, mantiene 107 hospitales que atienden anualmente a 387.356 enfermos, y 128 ambulatorios para 849.728 pacientes al año. La Iglesia, en España, cuenta con 876 casas para ancianos y minusválidos, en los que son atendidas gratuitamente personas sin recursos. Y 937 orfanatos y centros para la tutela de la infancia; 321 guarderías y 365 centros de reeducación social; y los centros para toxicómanos, los centros de acogida de reclusos en libertad provisional (recuerden la trinitaria «Prolibertas») y 24 centros para enfermos de sida, y la atención a las más de 350.000 personas sin techo y más de 120.000 inmigrantes y gitanos; y los centros de acogida para inmigrantes que tienen las Diócesis españolas, y los 305 centros para defensa de la vida, y los 5.197 colegios y centros educativos en los que se educan 1.741.698 niños y jóvenes, con el detalle de que una plaza en un colegio publico cuesta al Estado mucho más que en un colegio concertado. Y la atención que presta la Iglesia española a las mujeres maltratadas o a las madres solteras en sus centros de acogida (Casa capuchina de Madre Carmen, por ejemplo), o los comedores para indigentes y el banco de alimentos para ayudar a personas que tienen dificultades…
En fin… la Iglesia católica española es la mayor, más antigua y solidaria ONG de España. Más de 700.000 españoles son voluntarios en alguna ONG de inspiración católica. Y en el mundo, en 2009 trabajaban 17.000 misioneros españoles. De ellos, en 2009 murieron asesinados 19 personas entre sacerdotes, religiosas y laicos de la Iglesia. Muchos de ellos sabían de su muerte inminente y aun así se quedaron en sus lugares de destino acompañando a la población.
En resumen, si pensamos en que mañana cualquiera de nosotros puede necesitar cualquiera de los servicios de la Iglesia, comprenderemos que, aunque sólo sea por egoísmo, debemos, tenemos que poner la «x» en el casillero destinado a la Iglesia.