No, no es la gallina de los huevos de oro. Sin embargo, «Norigal» –como así la conocen sus propietarios– inundó de dorada sorpresa a la familia Chamizo esta semana, concretamente el martes 17 de mayo cuando José comprobó la puesta del día en un corral de «La Vega». La razón parece sencilla, pues puso un huevo… ¡pero qué huevo! 17 centímetros de diámetro dan fe de ello, así como más de 8 de altura. Unas proporciones que duplican e incluso triplican en algunos aspectos un huevo normal.
Tanto José como su hijo José Antonio se congratulan por tan extraordinario hecho, aunque la gallina castellana de un año de edad responsable de tan gigante obra sufre incluso de un derrame por tal esfuerzo. No es la primera vez que las gallinas de los Chamizo, en un corral doméstico de unos 15 ejemplares, hacen tal hazaña, aunque sin duda esta es la ocasión más excepcional.
Maiz, trigo y la genética, responsables
Los Chamizo nos advierten que la madre de esta gallina ya solía poner huevos más grandes de lo normal, aunque no tanto como su sucesora. La dieta es fundamental, a base de trigo, maiz y piensos naturales. Los genes y la alimentación, responsables de esta peculiar hazaña.