En esta ocasión no nos vamos a referir a ninguna gran celebridad del deporte, sino más bien a algo muy diferente. Se conoce como pié de atleta a una infección causada por hongos que afecta a un pie de cualquier edad y que incluso se puede diseminar hasta las uñas.
Realmente el pie de atleta es una tiña al igual que las que se producen en otras partes del cuerpo. Recordemos que los hongos habitan en lugares húmedos, cálidos y oscuros, lo cual hace al pie un habitáculo ideal para desarrollarse. De ahí que el pie de atleta en la actualidad sea la tiña más habitual que afecta al cuerpo humano. De todas formas no es una infección grave aunque sí muy molesta debido al picor, al mal aspecto y al malestar que produce en el pie. En cualquier caso, hay que tener cuidado porque al rasgarse el pie se producirán lesiones que se podrían infectar.
Como cualquier otra micosis, el pie de atleta se contagia por contacto directo de nuestra piel con superficies contaminadas o incluso con animales o personas ya infectadas. Por eso se recomienda, entre otras cosas, no andar descalzo por zonas públicas, ni duchas, ni vestuarios, no compartir calzado con otras personas o evitar el contacto con animales domésticos (perros, gatos). También puede ser muy útil secarse muy bien entre los dedos de los pies después de la ducha o cambiarse los calcetines a diario. El diagnóstico es por observación directa ya que la piel se agrieta en forma de escamas muy características. Se debe confirmar con un cultivo para identificar al microorganismo en cuestión ya que el pie de atleta podría confundirse con otras patologías como la psoriasis o algunos tipos de eccemas. El tratamiento normalmente utiliza cremas o lociones con fármacos antimicóticos como el clotrimazol o el miconazol. La infección es lenta en curar, en casos más extremos se utiliza el tratamiento por vía oral y así se evita recaer con posterioridad. Si lo piensan fríamente, un hongo es un ser vivo que al igual que otros necesita estar tan pegado a nuestra piel que sin nosotros no podría vivir.