Las Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones vivían una intensa jornada el pasado domingo 7 de noviembre con la visita de Su Santidad el Papa Benedicto XVI a Barcelona, y concretamente con el encuentro que mantuvo con la Obra-Social Niño Dios en la que realizan una labor importantísima con niños y jóvenes con Síndrome de Down y otras discapacidades.
En este encuentro que comenzó por la tarde a las 17 horas, es donde se pudo ver más cercanía del Papa que desde la noche antes se encontraba en la ciudad Condal donde por la mañana había bendecido la Basílica de la Sagrada Familia. En esta tarde, la sobriedad de la mañana dio lugar a unos momentos fraternos y más cercanos con todos los alumnos de esta Obra Social.
En esta parada, breve, pero intensa, se pudieron escuchar las palabras del arzobispo de Barcelona, Cardenal Martínez Sistach, la Madre Superiora del Colegio «Niño Dios» María Rosario Hidalgo dijo: «El Señor ha estado grande y estamos alegres, alegres porque a lo largo de estos 118 años de existencia nos sentimos contentos por las personas que han dado su tiempo y su vida y han puesto su grano de arena en esta hermosa tarea de curar y sanar, de enseñar y dirigir, de orientar y guiar, de educar y conducir a tantas personas que han pasado por nuestras manos, familias que nos confían sus hijos e hijas, el mayor de nuestros tesoros, que muestran su grandeza en la debilidad, como escribía el Apóstol Pablo. Estas familias que en la aceptación de sus hijos han dicho un SÍ A LA VIDA».
Seguidamente serían los jóvenes pertenecientes a esta Obra Social, Antonio y María del Mar, los que tomaron la palabra, nerviosos y emotivos a la vez y que recibieron el cariño de Benedicto XVI. Su Santidad dedicó unas sentidas palabras en un claro apoyo al «sí a la vida» y pidiendo al final que «por intercesión de Nuestra Señora de la Merced y de la Beata Madre Carmen del Niño Jesús, que Dios bendiga a cuantos integráis la gran familia de esta espléndida Obra, así como a vuestros seres queridos y a quienes cooperáis con esta institución u otras semejantes a ésta. Que de ello sea prenda la Bendición Apostólica, que cordialmente imparto a todos».
Hubo entrega de recuerdos y cánticos, así como se bendijo la primera piedra de un centro de esta obra social en Tiana para poder atender a estos jóvenes en edad más adulta, sin duda una continuación de la labor y trabajo en pro de los demás que tiene su base en la antequerana Beata Madre Carmen del Niño Jesús que en 1892 inaugurara el Hospital Niño Dios para los más desfavorecidos.
Muchos años después no podemos olvidar la labor que se realiza desde esta Obra Social que abarca desde una escuela para alumnos con necesidades educativas especiales, el taller ocupacional «Virgen de la Alegría» para atender a estos alumnos una vez que finalizan su edad escolar para desarrollar trabajos manuales para distintas empresas; el Centro de Día San Francisco de Asís y la Residencia Madre Carmen para personas con discapacidades físicas y psíquicas.
