Esta semana nos remontamos a principios del siglo XX, cuando un humilde empresario hostelero se decidió a montar una cafetería que apenas tenía una barra. Hoy, 100 años y dos generaciones después, los hermanos Vidal Calatayud han logrado conseguir de la herencia de su padre y abuelo ampliar el negocio familiar hasta convertirlo en uno de los bares-restaurantes de referencia de la ciudad, además de un completísimo hotel de 22 habitaciones.
Nos referimos, sin duda, al Hotel Bar-Restaurante Castilla Vidal, situado en las “Cuatro Esquinas”. Hablamos con el alma del negocio, el popular Juanchi, un trabajador incansable orgulloso de su negocio.
“Desde las 6 de la mañana estamos ofreciendo desayunos, donde el mollete antequerano es, obviamente, nuestra especialidad. Con tomate, aceite, zurrapa de lomo, asadura casera, chicharrones… acompañado de un cafelito, y a un precio muy ajustado”.
Pero, sin duda, la especialidad de la casa es la comida casera. “Desde los callos, riñones, lomo al coñac, croquetas, huevos alfombrados… se van añadiendo cosas nuevas como la ASOBAL (bomba con mojo picón), miniflamenquines de queso azul, champiñón rebozado, y ahora los montaditos de hamburguesita, filete o chorizo”. Y es que, además, el Bar-Restaurante Castilla Vidal le ofrece un menú económico de lunes a viernes por 8 euros, con la comida casera como protagonista.Por la noche, el popular negocio antequerano más conocido como “El Juanchi” se convierte en el lugar perfecto para tapear, donde su clientela fija es ya casi como de la familia. “En Antequera gusta mucho la barra, y servimos las tapitas caseras con la cervecita a 1,60 euros, un precio muy económico. Pero de lunes a jueves servimos también las tapas en las mesas, para que los clientes estén más cómodos. En el restaurante, con capacidad para unas 100 personas contando los dos salones, se puede disfrutar de un buen almuerzo o una buena cena a base de raciones y medias raciones”.
