El que entra a La Guagua Café cree sentirse transportado a un autobús de principios de siglo XX, con los asientos y mesas de madera y los portaequipajes sobre ellos. Una experiencia que agrada desde el primer momento y muy especialmente, cuando se degusta alguna especialidad de su carta.
Comencemos por el servicio de cafetería. A diario, La Guagua se convierte en el lugar idóneo para los amantes del café o el té, gracias a su variada oferta. Encontrará el café Vienés, Cubano, Bombón, Irlandés, Capuccino, con miel o licor, entre otros. En cuanto a los tés los hay de todos los sabores; fresa, melocotón, canela, té blanco, rojo, de frambuesa o frutas.Entre las bebidas más refrescantes se encuentran los zumos y batidos caseros que preparan ellos mismos con fruta natural a la que le mezclan agua o leche, destacando su famoso “melón tropical” que tanto éxito tiene los días de Feria. Otra opción muy acertada es la de pedir batidos de helado o los propios helados de la marca Alacant, tan refrescantes en estos días de intenso calor.Todo ello puede ir acompañado de la más exquisita bollería: sus gofres, napolitanas, croissant harán las delicias de los más golosos, así como sus crepes caseros que tan buena aceptación tienen entre los clientes y que pueden ser dulces (chocolate, nata, caramelo, mermelada…) o salados (jamón york, queso, bacon, salmón, atún, roquefort…).Pero La Guagua no sólo le atiende en la hora del café y la merienda, también puede tomar allí su aperitivo o cenar, ya que por la noche la oferta también es variada, desde las baguettes, chapatas, molletes o sandwiches hasta las tablas de ibéricos, ahumados, patés o las nuevas “Cruji Coques”, deliciosas pizzas al horno con diferentes ingredientes a elegir.Y para los que les guste trasnochar un poquito más, La Guagua permanece abierta hasta las 2 de la madrugada los viernes y sábados, sirviendo los típicos combinados además de los cócteles que hacen la delicia de los clientes. Ya lo sabe, para tomar café, merendar o cenar, José Martín Jiménez y su esposa Verónica Cuesta Pozo en su establecimiento de calle Diego Ponce, siempre le atenderán con la mejor de las sonrisas