Como todos sabrán los juanetes son unas malformaciones en la articulación de la base de los dedos gordos de los pies, que se producen cuando estos se inclinan sobre el resto de los dedos del pie. Tanto es así, que el dedo gordo muestra un ángulo de inclinación muy palpable en el pie al no estar alineado con los otros dedos y presenta un movimiento limitado.
Antes de nada tenemos que tener muy claro que la aparición de los juanetes se favorece con el calzado de punta estrecha y con tacón, de ahí que los juanetes sean más habituales en las mujeres. De todas formas podrían tener cierto carácter hereditario, no se hereda el juanete propiamente dicho, sino más bien la predisposición a sufrir juanetes, por eso son más frecuentes en algunas familias que en otras. También influye la particular forma de caminar de cada persona. Con el transcurrir de los años los juanetes se convierten en una especie de protuberancia ósea dolorosa que tiende a empeorar al caminar y con la presión del calzado. Recordemos que además en esa parte del pie se soporta gran parte del peso del cuerpo.
Desgraciadamente el tratamiento que tiene el juanete en la actualidad es quirúrgico, sobre todo en el caso de juanetes grandes y dolorosos. El médico traumatólogo y el podólogo son los encargados de valorar cada caso en particular, ya que no todos los juanetes se tienen que operar al existir tratamientos conservadores. La radiografía puede ser necesaria para un buen diagnóstico. Es evidente que la utilización de un calzado cómodo puede mejorar la situación y el uso de fármacos analgésicos y antiinflamatorios en el tratamiento de crisis de dolor puntuales también. Para acabar, pensemos que podría ser una grata sorpresa el celebrar un aniversario de boda de una manera muy goyesca.