Apenas si movió la mano y sonó el primer acorde, espantado por el sonido soltó aquel instrumento saliendo del granero, huyendo de aquella sensación que le había atrapado por completo. Corrió y corrió hasta sentirse a salvo de lo que palpitó dentro de él. De fondo se escuchaba el canto lejano de los que llegaban de segar.
La melodía que entonaban comenzó a hacerse más fuerte y el miedo que le recorrió por unos instantes se fue disipando hasta resonar dentro de su mente mezclado con aquellas voces. Volvió a correr, pero en esta ocasión al punto de origen. Tomó la guitarra e hizo lo mismo de antes, pero no una vez, sino una tras otra, tras otra, hasta conseguir acoplar aquellos cantos con lo que le salía de dentro. El terror fue dando paso a la seguridad, a la belleza, a la eternidad que sólo se transforma en realidad a través de la música. El blues había nacido para él, y seguramente, para muchos más.
Ésta puede ser la historia de aquéllos que un día en la tierra del Mississipi consiguieron unir sus raíces con la magia, para convertir aquel germen en algo grandioso, una música de la que beben prácticamente todos los estilos actuales que entremezclan voces desgarradas, armónicas celestes y guitarras eternas.
Éste es el inicio para muchos de los que aman el Blues y en Antequera, ese inicio también es el mismo. El de una música que nos atrapa para llevarnos a un infierno desconocido y a la vez, directamente al cielo.
Nuestro Blues, el de Antequera, es diferente, particular, obsceno con las tendencias que crea y en la forma que tiene de reinterpretarse cada año. Esta edición, la de 2013, cumple 25 años de sueños y de numerosas etapas estando en una última de futuro firme, pero incierto, como todo en nuestra sociedad.
Pero 25 años no lo cumplen los festivales que no tienen nada que decir, todo lo contrario. El Antequera Blues Festival es igual que aquel chiquillo que estaba en el granero intentando adentrarse en la música, y con ese pequeño atrevimiento consiguió hacerse con algo grande. De la misma forma que aquel joven fue creciendo, nuestro Festival lo ha hecho, y por eso, en esta edición, toca hacer repaso por lo vivido.
Y éste no llega de mano de bandas que un día pasaron por nuestra tierra, no; es más bien dar a conocer el blues que un día nació y el que tenemos hoy día. Así repasando, pasado, presente y futuro del blues desde Cambayá Records productores del mismo, con el apoyo del Ayuntamiento de Antequera y Diputación de Málaga, viviremos un veinticinco aniversario atípico.
Para comenzar, el viernes 19 en Santa María a partir de las 22,30 horas; escucharemos a Aaron Keylock, una sorpresa este joven de 16 años procedente de Inglaterra que ante todo, siente ese blues, el de antes y el de ahora. Una respuesta está asegurada en el público, su actuación dará que hablar. Y tras él, estará esa noche Susan Santos, la blueswoman que no deja de sorprender en cada actuación. Seria y sintiendo cada rasgueo, cada nota, se adentrará en un Club de Blues muy especial, el de Antequera.
Aaron Keylock, Carlos Moreno y José Venzal, estarán en la Cambayá Blues Reunión del sábado 20
Al día siguiente, el sábado 20 en el mismo lugar y hora, llega el momento de hacer repaso por el blues. Para ello, abrirán la noche dos pesos pesados, Ñaco Goñi y Xulián Freire, ambos mostrarán la forma primigenia de esta música, lo añejo que un día nació y fue cambiando el mundo. Con ellos nos adentraremos en el inicio, para seguir con el presente y el futuro que se harán patentes en la Cambayá Blues Reunión donde no faltará la inconfundible voz de Suzette Moncrief, el incombustible Lito Fernández, Nicolás Hueguein en la batería y Jorge Blanco al bajo, fijos en estas reuniones. Pero esta noche tendrán la compañía de tres guitarras muy especiales.
La juventud es la premisa de los tres, de nuevo se escuchará en directo a Aaron Keylock, que además estará acompañado por dos andaluces, José Venzal de 17 años y Carlos Moreno, de 20. Pocos años, pero personalidades serias y muy firmes en las actuaciones, que sin duda tienen una gran proyección en los distintos circuitos de blues actuales. Veteranía y experiencia, juventud y rebeldía, una mezcla explosiva la que se vivirá en esta última noche formando un delicioso cóctel, que tiene nombre propio: Antequera Blues Festival.
