La Orden Mínima presente en el Convento de Archidona vivió un día de fiesta y esperanza el sábado 1 de julio al iniciar el proceso de la causa de canonización de la monja María del Socorro Astorga Liceras, vecina de Archidona que vivió y murió con ambiente de santidad. Este camino podría convertirla en la primera archidonesa en los altares.
Para ello, el obispo de Málaga, Jesús Catalá, presidió la constitución del tribunal y la apertura del proceso de la causa de canonización. El vicepostulador de la causa en su fase diocesana, el sacerdote Antonio Jesús Jiménez, la define como “una auténtica escritora mística y maestra en las virtudes teologales”.
Nacida en 1769, quedó huérfana de madre siendo niña, y su padre contrajo segundas nupcias. Ya desde muy pequeña experimentó la cercanía de Dios en momentos de dificultad, como cuando se curó sin explicación de una grave herida en la mano tras ser encomendada a la Virgen María. Ingresó en el convento de las Mínimas en agosto de 1799, donde fue animada a escribir sus vivencias espirituales, que eran muchas y de gran profundidad. Falleció en marzo de 1814, convirtiéndose en modelo de caridad cristiana y en un referente para toda la comarca.
La madre superiora Lourdes Sánchez-Lafuente destaca que “después de 200 años de su muerte, llenas de gozo vemos cómo se hace realidad aquel deseo que siempre han tenido las hermanas que nos han precedido”.
Se responde a “su ejemplo de vida evangélica y sus escritos empapados de inspiración divina con los que podemos llegar a la misericordia de Dios”.