jueves 25 abril 2024
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El alcalde Manuel Barón un año después del inicio de la pandemia: ‘Fue duro, pero Antequera no se paró’

Uno de los teléfonos más activos de esta ciudad tiene que ser seguro el del alcalde. Si a ello le sumamos una crisis como la que está provocando la pandemia, imaginen cómo incrementa su actividad diaria. Hace ya un año que pasaron los días de miedo y que al decretarse el estado de alarma y el confinamiento se tuvo que reinventar la manera de vivir y en su caso de gobernar una ciudad con la administración pública con menos recursos, pero la más cercana: un ayuntamiento.

 

En el fin de semana que se cumple el primer año de esta situación de incertidumbre y un día a día cargado de restricciones, estadísticas, mascarillas, gel y acciones de ayuda, conversamos con el alcalde Manuel Barón, a quien le preguntamos si se imaginaba lo que empezó hace ya un año: “Posiblemente sea más interesante hacer balance anual de marzo a marzo en vez de enero a enero porque esta pandemia ha cambiado nuestro calendario. Estaba recordando que nos vamos acercando a aquellos días. Recuerdo el 14 y 15 de marzo cuando se inició el estado de alarma y todo empezó a cambiar. Aquel primer bando y a partir de ahí se empezó a tomar una nueva forma de pensar. En esos días hubo una actividad frenética y una innovación en los modos de proceder. El bando se adelantó al estado de alarma que se declara con efectos del domingo 15 y el lunes 16 tuvimos la primer junta de gobierno telemática. Hoy hablar de ‘zoom’ es algo conocido, pero el 12 marzo decir ‘zoom’ no teníamos ni idea, pero para ese día el Ayuntamiento ya estaba dado de alta en ‘zoom’, teníamos los enlaces y poquito después el día 26 tuvimos el primero pleno telemático cuando algunos ayuntamientos se planteaban si hacerlos o no”.

Un mes de marzo que comenzaba con promoción cultural en Madrid con la exposición de José María Fernández, tras un mes de febrero donde se anunció ser municipio de interés turístico. “El día 5 de marzo estábamos en Madrid con la exposición de José María Fernández. Nuestra velocidad desde el punto de vista cultural era de crucero. Estábamos en Madrid, pero es que no hacía ni un mes de la promoción que hicimos en FITUR. Teníamos previsto todas las ferias, todo por hacer y todo eso se cayó”.

 

El momento en el que el Alcalde se percató que el virus iba a cambiar todo

¿Cuándo y cómo se da cuenta de que esto era tan grave como luego fue? “El día 9 de marzo, la Comunidad de Madrid, que es la primera que toma medidas, anuncia que cierra los colegios. El día 10 u 11 tuvimos el último acto y yo me doy cuenta de que la que fuera ministra de Sanidad y presidenta del Congreso comunica a los medios de comunicación que está contagiada de Covid y yo había estado con ella en Málaga en un acto del partido en La Térmica que asistía como ponente Ana Pastor. Hablé con ella y me dijo que había tenido fiebre en el avión y ahí empezamos a tomar medidas, cuando vemos que alguien cercano se contagia y que es algo que está aquí. En ese momento nos dimos cuenta de que esto iba a en serio, que daba igual si eras de Madrid, de Andalucía, de Galicia o de Antequera. Si has estado en contacto con alguien puedes estar contagiado y puedes contagiar. Luego, una de las primeras llamadas que hice fue a mi amiga Visi Bracho, hermana mayor de la Cofradía del Consuelo para pedirle que suspendiera el Vía Crucis en San Pedro. Y ya todo fue un devenir de acontecimientos”.

Días de decisiones, de estar atento a la televisión, se esperar el BOE y, mientras, el Ayuntamiento actuó de inmediato. “Nosotros tuvimos capacidad para tomar decisiones anticipadas. Fuimos de los primeros que empezamos a gestionar el teletrabajo. En aquel bando que publicamos se establecían una serie de medidas en las cuales se restringía la asistencia al Ayuntamiento, las visitas, las propias citas, se ponía el teletrabajo casi al 100 por 100. Nos preparamos muy pronto y empezamos a gestionar. Creamos el fondo de contingencia, trasladamos el banco de alimentos a los pasillos del Fernando Argüelles, hubo una coordinación increíble con el programa de ayudas sociales y las ONGs (banco de alimentos, comedor social). Una coordinación en aquellos días tristes, que eran una verdadera pena, estaba desierta… Yo salí una vez a depositar la basura y vi un vehículo militar en la calle y soldados en las aceras. Una situación de una ciudad que no era la nuestra; pero sí, nos anticipados. Después, a pesar de las dificultades, preparamos todo para cuando la situación llegara”.

En sus mandatos como regidor, Asuntos Sociales siempre viene aumentando las partidas y ahora más aún con la pandemia, siendo uno de los municipios que más invertían en partidas sociales. “Realmente que seamos ciudad excelente en programas sociales es un orgullo porque te hace ver que la gestión política municipal está orientada a lo más importante que son las personas y es lo que debe hacernos guiar en la gestión. Ser la primera de Málaga, una de las tres o cuatro de Andalucía y dentro de las 10 de España, yo creo que como antequeranos nos debe llenar de orgullo porque va dentro de la idiosincrasia y ADN de Antequera, siempre ha sido una ciudad hospitalaria y solidaria, se puede ver en el número de ONGs. No es normal que en una población de 42.000 personas haya ese número de asociaciones sociales”.

Las subvenciones a colectivos para agilizar la compra de material sanitario y mascarillas. “A partir de ese momento, estábamos gestionando el dinero, pero no podíamos comprar mascarillas porque no había. Entonces salieron esas personas a hacerlas desde sus casa, por eso son Efebos de la ciudad. A personas que se preocuparon y asociaciones como Corazones Solidarios que fue una labor impagable. Empezamos a ayudarles con transferencias para que hicieran eso que a nosotros se nos impedía que era adquirir determinados materiales de fábricas que a nosotros era imposible hasta que llegó el momento en el que empezó a haber mascarillas y pudimos salir al mercado. Empezamos con las primeras 80.000 que repartimos casa por casa en mayo; luego las siguientes entre 50.000 y 60.000 que repartimos en los colegios cuando se inició el curso, más las 250.000 que hemos adquirido, pues estamos en disposición de decir que Antequera ha repartido y que sigue repartiendo… faltará poco para el medio millón. Pero no sólo mascarillas, sino que litros y litros, miles, de gel hidroalcohólico con empresas antequeranas como por ejemplo, la empresa De Ruy, que hizo una aportación de geles y cuando empezamos a comprárselas no los puso a un precio magnífico para su distribución. También más tarde la compra de purificadores para todos los centros educativos”.

¿Esa anticipación ayudó a frenar los contagios?: “Yo creo que nos hemos adelantado y hemos invertido una cantidad enorme de dinero que presupuestariamente se nota, pero que era necesario y que ahí se prueba en los datos de Antequera. Es decir, estamos en la fase de descenso de la tercera ola y estamos por debajo de los 100 y no hemos subido de 500 o 600 cuando otros municipios cercanos han pasado de los 1.000 y que suponía el cierre del comercio no esencial y en Antequera en ningún momento se ha cerrado y eso lo agradeceremos cuando pase la pandemia”.

 

El día a día del Alcalde durante el confinamiento

¿Cómo era su jornada en el confinamiento como alcalde?: “Yo recuerdo aquellos días del confinamiento total. Antes de Semana Santa, cuando salía al Ayuntamiento, el edificio estaba vacío, parecía un castillo fantasma para que nos entendamos, estaba frío porque no había nadie”. En lo que era el día a día: “Siempre en coordinación con mis concejales que estábamos todo el día conectados. Llamaba a Alberto Arana que llamaba a las residencias, le volvía a llamar. Llamar a los conventos de clausura, a los centros sociales que más se ocupaban de las personas para ver si había algún problema. Lo pasábamos muy mal con las residencias en aquel momento porque era triste. Me llegaron a llamar hijos e hijas de usuarios de personas que estaban en residencias para que yo hablara con los responsables de las mismas para que los dejaran entrar. Yo les decía es que si los quieres, lo mejor que puedes hacer es no entrar porque antes no había PCRS y entrar en una residencia era como una ruleta rusa, no sabías qué podía pasar. Tú ibas contagiado o no ibas. Tenías fiebre y nos poníamos el termómetro, pero eso ya ves, ahora sabemos que hay asintomáticos”.

Llamar y recibir llamadas para que ayudara: “A mí me pasaba eso, que muchas personas me llamaban para resolver determinadas situaciones. Por ejemplo, empresarios cuando empezaba la recogida de determinados productos y empresas agroalimentarias de Antequera. Hablando con la Guardia Civil y tráfico porque no se podía ir más de cuatro personas en el coche, pero no sabemos cómo lo vamos a hacer porque esta gente tiene que recoger la cosecha. Eran situaciones muy singulares que ahora se recuerdan y que creo que fueron razonablemente bien gestionadas. Fue duro, pero Antequera no se paró”.

Lo más duro fue cuando fallecía alguien de esa manera. Supongo que habría familias que lo llamarían para pedirle lo imposible: “Recuerdo con personas fallecidas que no teníamos todos los datos. Envié una carta al Ministro y al Consejero para que nos dijeran si nosotros podíamos tener los datos o no porque a mí me demandaba mucha gente que dijera los datos de Antequera, pero yo no lo sabía. Hablaba con Belén (Jiménez, directora del Hopsital), pero ella no podía transferir esos datos sin autorización. Alguno llegó a hacer política con esto que es algo penoso. Había gente que comparaba Antequera, con todos mis respetos, con pueblos de la comarca con 2.000 habitantes en los que se sabe todo: quién está contagiado, quién está el Hospital y quién ha fallecido. En Antequera eso no pasa, aquí tenemos una dimensión que no tiene otro pueblo. Se nos exigía que reivindicara que diésemos esos datos y se nos acusaba de todo, lo cual no era cierto. En el momento en el que la Junta empezó a dar los datos nos pusimos a disposición de todos”.

 

Más de un millón de euros de mejoras en el Hospital y el desbloqueo de las Urgencias en el antiguo Ambulatorio

Lo bueno de lo malo, la mejora en el Hospital de Antequera tras 20 años que se construyó: “Ya habéis visto los resultados finales. Esta pandemia ha traído cosas muy malas, pero las crisis también trae cosas buenas como que se vuelquen recursos en cosas que antes se destinaban a otras que quizá no son tan necesarias o siendo necesarias son prescindibles y dejar esa inversión en algo tan imprescindible como es la Salud. Se ha invertido un millón de euros en las Urgencias, una nueva sala de estomatología, se va a construir dos naves con material sanitario en la parcela anexa al Hospital, se van a abrir las Urgencias del Campillo Bajo más pronto que tarde y anuncio que en coordinación con el Hospital y el Área Sanitaria, si Dios quiere, no solo se abrirán las Urgencias, sino el Centro de Salud y se haga una reforma de la calle Campillo Bajo para que sea totalmente accesible y que tenga llegada de ambulancia. En fin que se adecue a lo que es un centro de salud en el centro de Antequera. Entonces trabajando conjuntamente dotaremos a esa zona de unos servicios sanitarios de primer nivel que fueron clausurados hace 11 o 12 años y que si Dios quiere volverán a verse abierto”.

¿Para cuándo?: “Yo la obra quiero proyectarla este año y realizarla el que viene. Y las Urgencias no lo sé, pero posiblemente un poco antes. La idea es abrir primero las Urgencias y finalizar con el traslado al Centro de Salud. Ésa es la petición concreta y exacta que le he hecho al consejero de Salud. En la Avenida de la Estación está el Antequera 1 y el Antequera 2, pues el Antequera 1 al Campillo y el Antequera 2, el de Avenida de la Estación”.

 

La otra “vacuna”: el Puerto Seco para crear empleo y riqueza

Un 2020 donde el Puerto Seco al fin llegó al final de los trámites. “El Puerto Seco debería llevar funcionando desde hace tiempo, pero bueno… Afortunado el nuevo gobierno de la Junta de Andalucía que se ha tomado en serio este proyecto y en la fecha de hoy igual ha salido o mañana la resolución del concurso y la adjudicación de la obra. En un medio de Málaga en una reciente entrevista al presidente del Puerto Seco Domingo de Torres pues lo dijo que iba como un cohete. Estoy convencido de que ya está la Agencia de Puerto de Andalucía para resolver en este mes de marzo y si me apuras en la primera quincena la adjudicación de las obras. Si eso pasa ahora, quiere decir que a final de mayo están las máquinas empezando a abrir y eso es muy bueno porque da certidumbre a los empresarios. Lo que nos queda es empezar las obras de urbanización y como dijo Domingo, Jota o yo, la segunda fase. Administrativamente mientras estén las obras de la primera fase, hay que autorizar la segunda fase, que será mucho más rápido”.

¿Cómo ve el futuro a corto plazo en esta fase en la que estamos tras un año de pandemia? ¿Son la ruta de la tapa y las exposiciones de Semana Santa un nuevo atractivo para recuperar el tiempo perdido?. “Nosotros vamos a estar convencidos de que cuando esto acabe o se normalice, Antequera tiene que estar preparada y entrenada para retomar la actividad que ya llevamos y que tuvimos que parar. Por eso creemos más en la actividad productiva y económica que en otros modelos que quizá otros partidos pretenden. Nosotros creemos en la sociedad como sociedad civil, como sociedad pujante, una sociedad que crea economía y riqueza. El Ayuntamiento tiene que estar ahí, tiene que ser motor de iniciativa. Por eso no hemos renunciado a esta ruta de la tapa para empezar a arrancar motores, la exposición de Semana Santa que nos va a situar en una temporada que puede ser atractivo desplazarse aquí con la correspondiente creación de riqueza. E inmediatamente el 1 de abril y el 1 de mayo seguir con los bonos de hostelería para incentivar ese consumo tan necesario y así, con estas actividades, llegaríamos hasta final de mayo y principios de junio que creo que va a ser la época en la que la mayor parte de la población sensible va estar vacunada y con ello se va a propiciar la bajada constante de contagios y que se va a empezar a normalizar todo desarrollando todo lo que significa el verano”.

Cuando la directora sanitaria de la Comarca, Belén Jiménez, expone que se podrían vacunar a 1.500 personas al día, pero no hay vacunas… “Todo depende de que lleguen las vacunas. Los de 80 ya están siendo vacunados. Ahora les tocará a los de 70, 60, 50, 40 o 30… A mí los niños me preocupan mucho, pero afortunadamente no tienen incidencia, los jóvenes sí trasmiten el virus, pero no les afecta porque están sanos y el virus no puede con ellos. Estando vacunados hasta la gente de 40 yo creo que la ciudad recuperaría casi casi la normalidad completa”.

¿Qué mensaje nos da a los antequeranos? Hay ganas de salir, pero prudencia y hacer caso siempre a las recomendaciones. “Hay que tener en cuenta y pensar en no ser egoísta. Hemos visitado la Residencia de Pinofiel y he hablado con su director, José Arjona, y hemos hablado precisamente de eso, todos hemos perdido un año. Eso es una lástima, pero si al que le queda 30 o 40 años pierde uno, pues bueno, pero al que le quedan 5 que pierda uno… la proporción es abismal. No ha habido Carnaval, los niños se han quedado sin cabalgata, los cofrades dos veces sin Semana Santa, no hubo Feria de Primavera, no hubo Feria de Agosto, la Navidad la vivimos como la vivimos… Vamos a ser cuidadosos para que no vuelva a ocurrir”.

¿Cómo ha sido la relación con los otros partidos políticos?: “No ha habido problemas, lo normal. Antequera tiene un equipo de gobierno formado por 10 personas excepcionales. 10 personas que saben gestionar el dinero, que saben volcarse con los demás, 10 personas que saben sacrificarse y quitar de lo suyo y dárselo a otros compañeros y la ciudad no se ha parado. Yo admito y es lógico que los grupos de la oposición hagan aportaciones, es normal. Pero muchas veces, estar en un lado o en otro es completamente distinto en cuanto a todo. Yo les admito y les agradezco su esfuerzo, pero deben comprender que muchas veces la contabilización de esas propuestas tienen que ir en consonancia con la realidad económica del Ayuntamiento de Antequera, y eso lo sabe en primer lugar el concejal delegado de Hacienda, Antonio García”.

¿Cómo ve el final de año y de esta situación teniendo ya un año de experiencia? “Yo entiendo que estamos en marzo, quedan dos meses y medio largos para que llegue junio. Creo que durante el mes de abril y mayo va a incrementar el porcentaje de personas de riesgo que van a estar vacunadas y estando esas personas vacunadas vamos a avanzar muchísimo. Y los niños, que es lo mejor que tenemos, nos hemos volcado, desinfectando todo, se han cerrado poquitas clases y han perdido realmente poquito tiempo de colegio. El otro día el padre Antonio de los Carmelitas me dijo que no se había cerrado ninguna clase desde septiembre. Eso es un logro”.

¿Llega ya la época de la normalidad? ¿De recuperar el tiempo perdido?: “Creo que en estos meses de abril y mayo vamos a ir olvidándonos poco a poco de la pandemia y centrándonos en el futuro de empleo y normalización de la sociedad y de la economía que desafortunadamente no hemos podido hacer el año pasado”. Así termina la entrevista al alcalde Manuel Barón, tras un complicado año en el que la ciudad se tuvo que parar, pero se siguió trabajando para atender las necesidades básicas. Ahora, la vacunación puede llevar a la recuperación esperada.

 
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