Antequera buscó reaccionar ante una situación de emergencia que dejó al municipio once horas sin luz no comunicaciones, por lo que desde el Ayuntamiento se estableció un plan de emergencias para conocer qué necesidades había y actuar en casos de necesidad, como en residencias o medios de transportes, destaca el alcalde Manuel Barón.
Así, la sede de Protección Civil se convirtió en la sede de operaciones donde el consistorio coordinó con el resto de fuerzas de seguridad y sanitarias la crisis en la ciudad, como en el resto de España.
Cuando el apagón eléctrico se produjo en Antequera y en toda España a las 12,33 horas, se promovió el plan que ya estaba activado por el aviso de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) por previsión de fuerte viento.
El Hospital Comarcal «activó el circuito respiratorio que estaba desactivado desde el COVID». Se actuó y reforzó en las instalaciones de todos los repetidores de comunicaciones del Ayuntamiento de Antequera para garantizar las baterías porque no había electricidad.
La Policía Local intensificó la salida de colegios e institutos, ya que los semáforos, como todo lo eléctrico, se paralizó.
Hubo varios atrapamientos en ascensores, se duplicaron las patrullas policiales para conocer y atender las necesidades que surgieron.
Se fue tanto a las estaciones de autobuses como de alta velocidad «para ver el número de pasajeros que estaban allí». Ante la parada de trenes de la línea Barcelona-Madrid-Antequera-Granada, «el Ayuntamiento de Antequera contrató dos autobuses de la empresa Automóviles Torres, a lo que agradezco a su gerente Manolo Torres, la total disponibilidad para el traslado de viajeros desde la Estación Antequera de Alta Velocidad hasta Granada, que era su destino».
A la vez también se dotó de suministro de agua a los viajeros. «En total se trasladaron hasta Granada, 93 personas: 90 viajeros y 3 empleados de Renfe». Los pasajeros, fundamentalmente procedían de Barcelona. «Nos dieron las gracias al Ayuntamiento de Antequera, al igual que los trabajadores de Renfe, y nos dijeron textualmente que éramos los únicos que habíamos aparecido en la estación».
Se habilitó la estación de servicio del Canal, que «era la única que estaba en funcionamiento por tener un generador que proporcionaba combustible como suministradora de combustible para los vehículos de policía, emergencias, así como los generadores de Protección Civil, porque ya eran las 22 de la noche y la reserva de gasoil empezaba a reducirse».
Se retiraron por parte de Policía Local obstáculos algunos que impedían la circulación en alguna vía del terreno municipal, sobre todo en la carretera de Bobadilla, debido al viento.
Se trasladaron diversas personas, una en Parquesol, otra en García Prieto, una de ellas por rotura de cadera, y otra que tuvo una una parálisis y tuvo que ser trasladada por hiperglucemia.
El establecimiento del fluido eléctrico se produjo en la Antequera a las 23,18 horas, en Bobadilla a las 2 de la madrugada, a las 0,30 horas en Colonia Santa Ana, a la 1,50 en la Higuera, a la 1,30 en La Joya, a las 3 de la mañana en las Lagunillas, a las 4,15 en el Puerto del Barco.