El Ayuntamiento de Antequera ha presentado las restauraciones de la Torre de San Agustín y la fachada conventual de La Encarnación, por medio de una conferencia ofrecida por el restaurador municipal Rafael Ruiz de la Linde, en la tarde-noche del miércoles 10 de julio en el Museo Ciudad de Antequera.
El acto se desarrolló en la Sala de Audiovisuales y contó con la introducción del alcalde de Antequera Manuel Barón, así como de la concejal de Patrimonio, Eugenia Acedo. Barón dio la bienvenida a un repleto salón de actos, y Acedo anunció que el Patrimonio de Antequera es de todos, y que a partir de ahora se expondrán sus trabajos para conocimiento de todos los ciudadanos.
Convento de la Encarnación
La entrada al Convento de la Encarnación, por calle de Los Tintes, ha quedado remozada tras la restauración que ha desarrollado el Ayuntamiento, por medio de la Red de Ciudades Medias.
La fachada manierista presentaba un deterioro con el paso de los siglos, pese a los intentos de su arreglo, como ya se realizó en algunos proyectos de obra.
La hornacina de la imagen de San Elías, siempre nos ha llamado la atención por su preocupante inclinación y peligro de derrumbe, pero ya ha sido atajada y solucionada, según expuso el restaurador municipal
Rafael Ruiz apuntó que los trabajos han consistido en atacar la humedad del suelo de la calle, las actuaciones desafortunadas de arreglos y el paso de los siglos había deteriorado esta fachada. Por ello, primero se ha procedido a la limpieza del conjunto, eliminando añadidos y objetos metálicos. Luego la reparación de las roturas de las piedras y juntas perdidas.
Y para terminar, la reintegración con morteros con técnicas parecidas a las de sus construcción, que han dejado la bella estampa actual.
La Torre de San Agustín de Antequera
Es una de las restauraciones más destacadas en los últimos años en Antequera. Destaca el color rojizo de sus ladrillos, así como la recuperación de cuatro «groutescos» en la cornisa superior, antes del chapitel final.
Eugenia Acedo, concejal de Patrimonio del Ayuntamiento de Antequera, nos explicaba antes de la charla: “Hemos recuperado el conjunto con procedimientos y técnicas de la época del siglo XVII, donde destaca todo el conjunto, entre ellas estas figuras que se han casi descubierto, ocultas con añadidos y con hongos y líquines que las hacían pasar desapercibidas. A unas le faltaban la cabeza, a otras parte del cuerpo…, y las hemos recuperado tal y como estaban en el siglo XVII. Son cuatro detalles que complementan el trabajo en conjunto”.
El procedimiento restaurador ha consistido en “una limpieza general de toda la torre, eliminando todas las plantas, había hasta una higuera, morteros y piezas metálicas que se añadieron con el paso de los siglos; para recuperar sus elementos originales, lo que nos llevó a encontrar, la policromía rojiza que conservaban la mayoría de los ladrillos, tras las capas de suciedad, que simulaba la terracota, un color almagra, rojo”, nos especifica Ruiz de la Linde.
Este color de la fábrica de ladrillo del exterior de la torre es el que más sobresale, pudiéndose conseguir al reintegrar las veladuras a base de silicato de potasio y pigmentos minerales, toda la decoración existente y que “se tenían datos suficientes como para reproducirlo, incluso las incisiones correspondientes. Así se ha conseguido acercar más la torre a la imagen original”, apunta la concejal de Patrimonio de Antequera.
El trabajo ha sido financiado por la Red de Ciudades Medias, invirtiendo 94.390,48 euros; 56.634,29 por la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía y 37.756,19 euros por el Consistorio de Antequera.
Como peculiaridad, El Ayuntamiento ha contratado a desempleados con experiencia en restauración de monumentos, dando trabajo a nueve personas durante tres meses, que también han realizado mejoras en la fachada del Convento de la Encarnación.
Y como dato novedoso en la Historia de Antequera, se ha documentado una inscripción en la veleta de 1759, alusiva al Terremoto de Lisboa de 1755, que provocó construir contrafuertes en templos de la ciudad, y restauraciones de las torres, como fue la de San Agustín.
Más información, edición impresa sábado 14 de julio de 2012 de El Sol de Antequera