El Comedor Social de Antequera, de la Asociación Casas de Asís, se plantea ambiciosos proyectos de cara al próximo año; ampliando los servicios que prestan a todos sus usuarios.
“Detrás de la necesidad de los alimentos siempre se esconden otro tipo de necesidades”, exponía su directora Rosi Trillo; quien incidía en la apertura de sus instalaciones “para cumplir con una demanda de las familias, que es ser atendidas y escuchadas”.
Actualmente, sus 18 voluntarios y dos trabajadores contratados cubren necesidades del comedor (con desayunos, almuerzos y cenas), reparto de alimentos si elaborar y apoyo en alimentos no perecederos, a los que se unía el servicio a domicilio a esas personas enfermas o mayores “que son las más vulnerables y las que aportan mayor satisfacción”.
Gracias a las empresas, colectivos e instituciones colaboradoras, “junto a los socios y voluntarios que son el fuerte de la asociación”, es el momento de afrontar retos mayores tras un ejercicio en el que la ampliación de sus instalaciones con un almacén de 600 metros cuadrados ha supuesto un antes y un después.
Solicitud de ayudas por valor de 461 mil euros
“Hemos solicitado ayudas por un valor de 461.000 euros, sin contar el valor que aportan los voluntarios y las empresas que nos donan los alimentos”, afirmaba el director del Comedor Social de Antequera. Para Ángel Pedro Guerrero “hemos tenido esa osadía porque nos damos cuenta de que se puede, y tenemos fuerzas suficientes para desarrollarlo”, asegura.
Para llegar al máximo de las diferentes subvenciones a las que concurren, aspiran a aportar un diez por ciento de fondos propios y crecer con hasta doce trabajadores profesionales y nuevos servicios como talleres formativos o revisiones dentales a los usuarios.
“También queremos abrirnos a la comarca, y por eso nos hemos puesto en contacto con siete ayuntamientos que han cifrado en 160 las personas que precisarían de comida preparada a diario”, añade Guerrero, que señala la necesidad de contar con un vehículo.
Otro aspecto en el que avanzar es en el de la inserción laboral, para lo que se han adherido a la Red Andaluza de Comedores Sociales.
Los objetivos más próximos pasarían por paletizar el almacén para optimizar su capacidad, así como crear en este espacio una estructura de dos plantas con oficinas en la superior. Estas mejoras se completarían “creando un lugar para que las personas no tengan que esperar en la calle”, puntualiza Trillo.
“Necesitamos más voluntarios y socios, ya que el proyecto es muy bonito y dará muy buenos resultados”, asegura el director, que anuncia dos campañas de visualización para este final de año, por una parte un concurso de dibujo de distintas etapas educativas, y por otra una recogida de alimentos “para crear esa cesta de Navidad que también merecen estas familias”.
