El convento dominico de Las Catalinas del Coso Viejo de Antequera hace oficial su inminente cierre durante una misa de acción de gracias este jueves 27 de julio, presidida por el obispo de Málaga, Jesús Catalá. En días, se trasladarán las tres religiosas que quedan al convento de la orden en Jaén y se cerrará el templo. Pero de momento siguen abiertas y con misa diaria.
La falta de vocaciones religiosas les mostraba el camino del cierre en Antequera desde hace meses. Tres religiosas mantienen abierto el convento y la iglesia: Sor Marcelina, Sor Magdalena y Sor Blandine, respectivamente priora, secretaría y sacristana.
Tras meses previéndose el cierre, ha empezado la cuenta atrás con una misa de despedida y en los próximos días se trasladarán a Jaén, de cuya comunidad han venido para acompañarlas en el cambio.
Se prevé que en menos de un mes se vayan y de momento se cierre la iglesia y el convento, hasta ahora de misa diaria, sin hacerse oficial el uso del convento (venta, cesión o transformación) y si la iglesia mantendrá el culto a fieles y a las imágenes devocionales como San Martín de Porres, Fray Escoba, algo que las comunidad local dominica quiere que se mantenga.
El obispo de la Diócesis dio las gracias por estos siglos de contemplación en Antequera y les pidió que sigan rezando en su nuevo destino. Una Eucaristía íntima, con las personas más próximas, celebrada a las 11 de la mañana. Concelebraron el arcipreste Antonio Fernández y los carmelitas Antonio Jiménez y Juan Luna, así como el diácono José Fernández, asistente del obispo.
Las religiosas dominicas cantaron diversos pasajes de la misa, en la que la feligresa María Antonia Martínez procedió a la leer las lecturas. Al término de la ceremonia, el Obispo procedió a leer las peticiones y respuestas del Vaticano y las Dominicas por las que decretaban la fusión de Antequera con Jaén y el cierre de Antequera al disponer de menos de cinco religiosas.
La madre priora de Jaén, María Rafaela Catena, cerró la misa con unas palabras de agradecimiento a la ciudad de parte de la comunidad local, escritas por la priora de Antequera Marcelina Contreras. Entre las religiosas desplazadas, la madre federal Sor Ana María Martos.
Desde 1639, con presencia en la ciudad
El Monasterio de la Purísima Concepción de Jaén acogerá a las religiosas y la historia de un convento que comenzó en 1639 cuando desde el convento de Santa María de Lucena vinieron para fundar aquí, tras la petición de Francisco de Padilla, magistral de la Colegiata y tesorero de la Catedral de Málaga, quien dejó en su testamento 800 ducados para fundar en Antequera un monasterio de religiosas dominicas.
En 1650 se fundó inicialmente en calle Pasillas desde donde fue trasladado posteriormente al Coso Viejo. Desde entonces, se han sucedido las diferentes comunidades. Sor Marcelina Contreras, que lleva 26 años en Antequera, ha reconocido a Diócesis que “tenemos que hacer la voluntad de Dios, ser fieles en lo que Él quiere. Somos hijas de obediencia y estamos dispuestas. La gente de Antequera nos quiere como nosotras a ellos y nos manifiestan también su tristeza, pero vamos con el sí por delante”.
Una iglesia con relación con la Virgen del Rosario, Madre Carmen y la Cofradía de «Abajo», en cuyo interior se inició la Coronación Canónica de la Virgen de la Paz allá por 1988. Lugar donde además, se han bordado y restaurado diferentes piezas artísticas de bordado de cofradías. Y lugar donde los templos y conventos se abastecen de las formas para las misas.
La fachada de la iglesia fue realizada por Andrés Burgueño entre 1724 y 1735. En su interior destaca la Virgen del Rosario, obra de Diego Márquez. Y la imagen devocional de San Martín de Porres, cita obligada cada miércoles en los últimos años.
