El día 24 tiene muchos elementos en nuestras vidas en Antequera, uno de ellos es el de acudir a la Misa del Gallo. En los últimos tiempos se tiende pasar de la tradicional hora de las 12 de la noche a una cada vez más temprana. Familias se unen primero ante el Altar y luego prolongan la noche en sus casas.
Un año donde el mismo domingo 24 se celebraba primero el cuarto Domingo de Adviento y por la tarde se iniciaban las misas del Gallo. En ellas, desde las 18 hasta las 24 horas, se unieron amigos y familiares para celebrar juntos el Nacimiento del Señor, primero en los templos y luego en la mesa. Pero antes el salmo con: «¡Hoy nos ha nacido el Salvador, el Mesías, el Señor!».
Una misa que en un día que es la celebración del año cristiano que tiene más celebraciones propias. Tiene misa de la vigilia, misa de medianoche, misa de la aurora y misa del día. La diferencia está en la liturgia conforme a los hechos. En la primera se está a la espera (por la tarde), en la segunda cómo María y José son los testigos del Nacimiento (a medianoche). La de la Aurora (al amanecer) relata cómo los ángeles le relatan a los pastores el Nacimiento. Y la del mismo día 25, donde en el Evangelio de San Juan, muestra cómo Dios había preparado algo grande para el mundo.
Así, las más madrugadoras fueron las de las 18 horas en Capuchinos y Cartaojal, que fueron junto a las de las 19 horas, las más concurridas. Una hora en la que de allí se marcha con tiempo a sus casas para las reuniones familiares.
A las 19 horas, Encarnación, La Trinidad, San Sebastián, Residencia de San Juan de Dios y Capilla del Colegio de La Salle. Ver a los niños de pastor, de ángeles, de personajes del Belén, hace brotar el sentido de esta fiesta.
A las 19,30 horas: Santiago, San Miguel, Loreto y Bobadilla Estación. A las 20 horas: Belén, El Salvador y los Remedios. Y a las 20,30 horas: La Victoria y la Inmaculada, con los cánticos de las monjas. La que mantiene las 24 horas fue San Pedro, ya la única que perdura con el paso de los años.
Mensaje de Navidad
Aprovechando la aclaración sobre qué pasa el próximo 24, le pedíamos un mensaje navideño a los lectores, a lo que el también Rector del Seminario de Málaga nos expone: “De nuevo, en medio de la noche, se produce el milagro. Ni las guerras, ni los fríos ni las dificultades, impiden que venga a nosotros el Niño Dios. El que lleno de Esperanza y Amor, nos sigue diciendo que Dios apuesta por nosotros, que nos quiere y espera poder poner en nuestras manos, un mundo mejor. ¡Feliz Navidad!”.