sábado 15 marzo 2025
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Laura Baena, la responsabilidad compartida es un problema “que nos afecta a todas las personas”

La responsabilidad compartida, es decir, la corresponsabilidad fue el principal tema que este jueves 13 de marzo trató Laura Baena Fernández en la charla que ofreció en el Hotel Antequera Hills, como una actividad más, organizada por el área de Equidad y Familias, del Ayuntamiento de Antequera.

Antes de meterse de lleno en este encuentro con una gran mayoría de mujeres en las más de 350 personas que participaron, Laura Baena, la fundadora del Club de Malasmadres y de la Asociación «Yo No Renuncio”, nos dejó los detalles imprescindibles de este encuentro que busca sobre todo “despertar la conciencia de las mujeres y de las madres para que entendamos que no estamos eligiendo libremente, sino que estamos renunciando y por eso se llama ‘La renuncia no es la solución’” e incide: “porque al final el sistema nos empuja a renunciar, porque nos está, y están fallando las políticas públicas, están fallando las instituciones con falta de compromiso, con falta de presupuesto, están fallando las empresas que no llegan a ser corresponsables y está fallando también la corresponsabilidad social”.

Es un claro mensaje que a lo largo del coloquio dejó claro con cientos de ejemplos, pero todo encamino a una reflexión que busca en cada uno de estos encuentros, y lo basa por uno mismo: “Con esto que he escuchado, con esta reflexión que se ha hecho, qué puedo hacer yo para cambiar mi metro cuadrado, qué puedo hacer yo para cambiar mi realidad y cómo puedo hacer un impacto positivo para que esa corresponsabilidad sea una realidad. Porque también depende de nosotros”.

Y ella se reconoce en este sentido: “Quiero decir que yo soy activista política y social y lucho por los cambios en la legislación y damos formación en empresas y hacemos muchos proyectos, tanto grandes como pequeñas empresas. Pero luego necesito también que las madres den un paso al asociacionismo, den un paso a cambiar su realidad, a tener esa mirada crítica en su colegio, en su trabajo, en su familia, porque si no, el cambio no se consigue”.

Y escuchando sus reflexiones, las de muchas madres allí presentes, llega ese despertar, que es cuando “se da cuenta de que no le pasa sólo a ella, sino que esto es un mal social y es algo común a una generación. Eso por un lado te identifica mucho, te quita mucha culpa, te quita muchas expectativas de tener que ser esa superwoman que no somos y cuando se te cae la capa de superwoman, ya tú ya empiezas a tener otra mirada, te reconoces como la mala madre que eres, empiezas a a asumir que no llegas a todo, bajas las expectativas. Y esa transformación personal y privada es fundamental para luego poder tener ese empoderamiento y poder tener esa fuerza para exigir tus derechos en la empresa, para exigir una conversación, una comunicación en tu casa, si tienes una pareja que no es corresponsable para educar en el cambio de mirada”.

Una vez que se ha hecho ese cambio de mirada, que llega más tarde que temprano, toca ser agentes de cambio “o como yo lo llamo, activista por la conciliación”, que tampoco “hay que obsesionarse, cada una desde su lugar, hacer el clic ya es suficiente, es decir, ser consciente y pasar a la acción en lo pequeñito ya es mucho”.

Como señala, mucho pequeño hace mucho en lo global donde trabaja continuamente buscando un Plan Nacional de Conciliación “cuando haya realmente una estabilidad, unos presupuestos y una mirada de medio largo plazo”, ya que no todo se puede hacer, es una “hoja de ruta en la que trabajar”, donde también tienen que estar muy presentes las empresas que “se comprometan y se entienda que la relación entre la vida y el trabajo no funciona y que realmente lo que necesitamos es cambiar el modelo laboral”, todo pasando por políticas públicas de cambio que de verdad vengan “acompañadas de todos estos cambios” porque esto es “un problema social que no tiene color y que nos afecta a todas las personas”.

La historia de una renuncia

En su intervención Laura Baena explicó cómo surgió el Club de Malasmadres, al poner en común a través de las redes sociales todos los problemas, situaciones y males que se encontró personalmente al ser madre por primera vez.

A partir de ahí, surgió un movimiento que fue creciendo, fue dando pasos pequeños que se han ido transformando en grandes e importantes, movimientos que reflejan que las mujeres son empujadas en el mundo laboral a renunciar, no por elección propia.

Fueron sus experiencias, unidas a las de las presentes, desgranando esta formar esa red, la Asociación “Yo No renuncio”, de la que participa activamente haciendo estudios sobre la realidad laboral, la corresponsabilidad social y familiar, la situación de miles de madres que contactan con ellas ante sus situaciones, y es una realidad que aquí mismo se vivió, donde las asistentes, compartieron sus vidas, inquietudes y situaciones que se han ido encontrando a medida que daban pasos a nivel profesional y en su ámbito personal.

Laura Baena mostró las causas, las herramientas con las que trabajar y despertar conciencias, y mostró el camino a seguir para que ese abrir los ojos sea una realidad que permita tener políticas que de verdad, permitan a las familias ser familias, y a la vez, ser personas auténticas, que se respeten a sí mismas teniendo espacios donde desarrollarse profesionalmente y personalmente.

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