Este sábado 19 de octubre se celebra el Día Mundial del Cáncer de Mama. Por este fecha, buscamos testimonios de personas que puedan ayudar a quienes empiecen este camino de afrontar una enfermedad que precisa de más investigación. Ante ello, quedamos con nuestra colega de profesión, hoy profesora, María José Arjona Fuentes.
Antequerana nacida el 8 de octubre de 1977, tiene 47 años y es licenciada en Comunicación en la especialidad de Periodismo. Tras sus inicios en este sector, hoy es
profesora de Lengua Castellana y Literatura en el Instituto de Educación Secundaria Jacobo Orellana Garrido de Alameda.
Hay momentos en los que viajas en el tiempo, vuelves a coincidir con una persona que, a pesar de llevar años sin hacerlo, compartes la visión de la vida como lo hiciste la última vez de una larga charla de otoño. Nos pasó este lunes con María José Arjona Fuentes, periodista de vocación y profesora de profesión que ha afrontado un cáncer de mama hasta en dos ocasiones.
Cuesta compartir enfermedades como el cáncer y hay que dar un tiempo para asumir lo que te ha pasado. “Cada persona es diferente, pero yo siempre lo digo, no tengo que ocultar mi enfermedad. Hay personas que lo llevan en silencio porque, no sé, por vergüenza o por miedo a que te miren, a que piensen… pero creo que hay que llevarlo con dignidad porque es una enfermedad dura”.
Periodista a quien le gustará leer esas noticias esperanzadoras. “Me da mucha alegría cada vez que se anuncia algún avance científico que puede mejorar nuestra esperanza de vida en cualquier tipo de cáncer”.
Cuando llega un día mundial de un tipo de cáncer, como el 19 con el de mama, se habla mucho de él… ¿pero y el resto del año? “Hay que buscar que la población no se sienta sola porque muchas veces una enfermedad como el cáncer que es muy larga, hay momentos de mucha soledad”.
Entremos en materia. La mamografía se realiza a partir de los 50 años, pero cada vez hay más casos en mujeres de 40 o 30 años… “Yo creo que lo ideal sería desde los 30 años porque es verdad que sorprende la cantidad de casos de personas jóvenes que lo tienen. Como una chica que sigo en redes sociales, a ella no le hacían caso porque tenía 23 años. Luchó hasta que consiguió que le mandaran hacerse una mamografía porque no podían pensar que una persona tan joven pudiera tener un cáncer de mama”.
¿Qué hacer en caso de duda? “Sé de gente que me dice que no va porque le da miedo a que le saquen algo. Pero al contrario, tienes que ir por si te encuentran algo, actúen rápidamente”. Más recomendaciones. “Sigo a una muchacha de Barcelona, que tiene una cuenta que se llama ‘Tócate las tetas’. Suena muy mal, pero es que es la verdad. Cuando te duches, pálpate. Yo me lo encontré duchándome. Y cuando encuentres algo, lo urgente es ir al médico de cabecera, que será el que valore y lleve hacia los especialistas”. ¿Y si sigues teniendo dudas? “Insistir. Y si no te hacen caso, aunque lo recomendable es que confiamos en la sanidad pública, que te hagan donde sea tu ecografía y tu mamografía”.
La primera reacción al saber que tienes cáncer
Es un momento duro cuando te lo dicen… “Se te parte la vida porque de repente es cuando tú te das cuenta que también te puedes morir. Yo tenía 41 años, fue el 16 de noviembre del 2018 cuando me dijeron que tenía un tumor maligno”.
¿Qué consejo le da a esa persona que se lo acaban de diagnosticar? “Que tenga mucho ánimo. Tiene que llorar todo lo que tenga que llorar, no pasa nada. Y cuando necesite ayuda, en el mejor sitio donde te van a ayudar es la Asociación Española contra el Cáncer, de la que tenemos gracias a Dios una sede en Antequera”.
Se habla mucho de la enfermedad en sí, del pronóstico y su desarrollo, pero poco de las secuelas. “Hay gente que pierde durante el proceso su trabajo o se le acaba el desempleo y ya no tiene nada. Entonces, ahí también se necesita mucha ayuda”.
Por suerte, cada vez hay más curación y menos mortalidad. “Yo siempre digo que estoy viva gracias a Dios, lo digo lo primero porque soy creyente, y luego gracias a la ciencia. Siempre rezo por la cirujana, rezo por los enfermeros que te ponen la quimio, rezo por todo el mundo…”. No podemos olvidar a quien está al lado. “En mi caso es mi hermana y no habrá día en el que se lo pueda agradecer lo que ha hecho por mí”.
¿Podría avanzarse mucho más de lo que se hace? “Yo creo que sí. Es fundamental la investigación”. Pero no es suficiente.
¿Cómo fue su primer cáncer? “Lo tuve de mama, me operaron y luego cuatro sesiones de quimioterapia, de las que son cada 21 días. Era el 2 negativo”. Tras él, sus revisiones. “No tuve el ganglio centinela afectado, la operación todo fue muy bien, me pusieron la quimioterapia por precaución, la medicación, el tema de las pastillas que tenías que tomar durante cinco años y yo me sentía muy bien”.
¿En qué se basó para no estar todo el día pensando en el cáncer? “Pues mira, la lectura te salva la vida como me gusta decir. Te ayuda en momentos complicados de tu vida para todo. Y yo, una persona que soy muy activa, que me gusta viajar, pues gracias a los libros me hicieron viajar sin salir de tu casa, porque a lo mejor no te puedes mover en ese momento porque estás”.
La salud mental y el cáncer
Hoy la salud mental ocupa nuestro día a día. Hablemos de ella y el cáncer. “Hay gente que coge mucha depresión y por eso es fundamental tenerla en cuenta. Desde primera hora he estado viendo a la psicóloga y creo que te ayuda mucho. Tienes momentos de agobio, de no saber si vamos a salir, aunque te digan que todo va a ir bien, nunca sabes lo que puede pasar”.
Tiene la suerte de superarlo y… apareció de nuevo. “A los 3 años y medio, tenía mi revisión en marzo, en la ecografía salió un bultito maligno, que no tenía por qué estar. Era muy pequeño, pero con los antecedentes pues biopsia y para adelante y ya salió que era maligno”.
¿Qué de diferente estuvo la segunda con la primera vez? “Pues la primera cuando me enteré lloré como creo que nunca había llorado. Y en la segunda, ya sabía lo que me quedaba por pasar. Sabía todo lo que venía, que la operación ya iba a ser más complicada y que me tenían que hacer una mastectomía”.
¿Llegó el plantearse y por qué yo? “Nunca he querido plantearme ¿y por qué yo? Porque estamos aquí y no sé si es tu salud, tu género… porque genético también dicen que no es. Una persona que como yo que come sano, no bebo, no fumo, hago deporte…”. ¿Ahora mismo cómo va su enfermedad? “Estoy con mis revisiones otra vez”.
¿Cómo está el cáncer presente en la sociedad del siglo XXI? “Tendríamos que tener más conciencia de él y estar más preocupados. Soy de las que cree que como cosas sanas, pero no sabemos ni de dónde viene la mitad de las cosas”.
Desde su experiencia, ¿cómo se podría reducir más y mejor? “Creo que se podría prevenir eliminando el tabaco, que es malísimo, el alcohol y los azúcares. Se toma demasiado azúcar y el azúcar está oculto en cualquier cosa”. Nos comparte un nombre propio actual: Mayra Gómez Kemp. “Ella tuvo dos cánceres: de lengua y de garganta. En una entrevista decía que ya sabía que los cánceres que había tenido eran por fumar”.
Vamos terminando. Sus consejos de prevención: “Alimentación saludable y hacer deporte. Vida sedentaria, no tener. Yo terminé mi quimio y ahí está Juan que lo puede decir, que fui al gimnasio con mi pañuelito”.
Ante la duda: “La Asociación Española contra el Cáncer. Aquí tenemos nuestra sede en la calle Cristobalina Fernández. A todo el mundo le digo, donde está el Colegio Infante Don Fernando… pues la calle de en frente. Allí está abierta para todo el mundo, es completamente gratuito y tiene todo lo que necesitas”.
A nuestras autoridades, ¿qué les pide María José? “Por favor, que no utilicen la palabra cáncer para atacar a un partido político, a un político o a lo que sea, a mí me da igual el color, la ideología, que no utilicen esa palabra, porque cuando yo lo escucho en las noticias que es tal ‘el cáncer de España’, me entra algo en el cuerpo como le pasará a la gente que sabe lo que es el cáncer”.
¿Cómo le ha cambiado la vida? “Yo la vivo todos los días, no puedo pensar en el más allá de hoy. Estoy sana hasta enero, que tengo mi próxima revisión. Intento ayudar a todo el mundo en lo que puedo. Intento sembrar paz. No lo consigo siempre, porque no somos perfectos, pero intento ser amable, que la amabilidad se está perdiendo”.
Una sonrisa no cuesta nada. “Mi madre me decía siempre una cosa: nadie sabe la cruz que llevamos, nadie lleva un cartel diciendo: tengo esto, tengo lo otro, sé amable conmigo. Entonces, intento ser así”.
Ya que le apasiona la lectura: ¿qué le gustaría leer dentro de 5, 10 años con respecto al cáncer? “Que se encuentre la vacuna, que se encuentre la solución para todos los tipos de cáncer… Que hubiera una cura para el cáncer sería la mejor noticia”.
Aquí queda el testimonio de María José, la periodista de vocación, maestra de profesión… que ha mirado de tú a tú dos veces al cáncer de mama. Ojalá casos como el suyo, lleven a reducir las mamografías preventivas a los 30 años en todas las mujeres. Se salvarían más…
