Hay momentos únicos como el vivido este viernes a las 13,14 horas cuando Jesús Pineda Escalera, de Sierra de Yeguas, le rezó una saeta al Señor del Rescate.
Fue durante el besapié al Señor. Con 75 años cumplía el sueño de su madre, quien le enseñó a rezar de esta manera. Fue una de las muchas vivencias que se comprueban al ir a rezar al Señor como cada primer viernes de marzo.
A las 8 horas se abrieron las puertas, concretamente la de la nave lateral para señalizar el recorrido por la nave de la Epístola y encontrarse al Señor del Rescate. Como pasa desde que irrumpió la pandemia, no se le besan los pies, se pasa ante Él y se le venera con un gesto de respeto. Oración, tres monedas, pasar ante la imagen crística y rezar en los bancos.
Entre los centenares de antequeranos y comarcanos que acudieron al templo trinitario: niños, jóvenes, mayores, amigos, abuelos… Y entre todos ellos, desde Sierra de Yeguas como hace 30 años realizan, Jesús Pineda Escalera con su esposa, Carmen Galeote Albarrán, y su hija Isabel Pineda Galeote. Emocionados, miran al Señor, piden permiso y Jesús se pone frente al Señor y le reza una saeta.
Los devotos presentes, enmudecen al escucharle lo bien que la canta, la letra y el sentimiento, lo que le hace emocionar a él mismo. Un momento único que es parte de la fortaleza de la fe y de la devoción de las personas anónimas.
Entre los presentes en ese momento, el alcalde Manuel Barón y Julio Matas Pozo y Ana María Lara, secretario y camarera del Señor y pregonera de la Semana Santa. Su esposa e hija comparten que su madre le enseñó a cantar saetas y que ella quería ver a su hijo cantarle al Señor del Rescate y este viernes lo cumplió.
Éste fue uno de los inolvidables momentos como otros muchos que dentro de la devoción de cada uno, vivió en su corazón. Como la sangre y médula que recibirán quienes la precisen, gracias a las donaciones que hubo por la tarde en las dependencias conventuales. La Cofradía sigue actualizando su necesidad se aportación a la fe y la sociedad. Se cerró pasadas las 22 horas tras la visita de los vecinos.
El Quinario desde el domingo 26 al jueves 2
El Señor volvió a presidir el Altar Mayor bajo dosel, flanqueado por la Virgen de la Piedad y el Señor de la Piedad. El domingo 25 la misa fue concelebrada por el superior de la Orden Trinitaria, Isidoro Murciego, el consiliario, Antonio Jiménez y Antonio Elverfeldt, pregonero del Martes Santo de 2023.
El lunes y el martes la misa fue presidida por Jiménez, y el miércoles y el jueves por Murciego. El primer día se bendijo una túnica en color morado, confeccionada en tejido de algodón y cachemir que lució este viernes. Donada por Francis Gemas, así como un alfiler de oro, ambos para el Señor. También se ofrecieron unos pasadores de camisa de una devota y un juego compuesto de broche, pendientes y cuatro agujas tipo “mariquillas”, elaborados en plata dorada y cristal tallado de otra devota anónima que lo ha regalado a la Virgen de la Piedad.