La Cofradía de Servitas organizó un Vía Crucis con el Señor Caído el pasado viernes 19 de marzo, a partir de las 20,30 horas, saliendo del templo de Belén y regresando al mismo tras entrar al de Santa Eufemia y recorrer su barrio.
Se trata de una nueva iniciativa que, según nos dijo el hermano mayor Miguel Vegas Cuenca, fue propuesta por su capellán padre José Amalio González Ruiz. El itinerario fue: Belén, San Pedro, Rodalcuzas, Juan Casco, Córdoba, Toledo, Era San Roque, Molinos, Merino, Cazorla, Santiago y Belén.
La imagen fue en unas andas pequeñas del Cristo, que lució su alba blanca. Por cierto, que las parihuelas proceden de la iglesia de Jesús, del antiguo trono de San Isidro Labrador y la Virgen de la Cabeza. El Cristo llevó la cruz antigua que fue restaurada por Francisco González Carbonero.
El cortejo fue abierto por la cruz de la hermandad, ciriales, acólitos con dalmática y otros ciriales escoltando a las andas de la imagen. Su nuevo hermano mayor, Juan Manuel Jurado, dirigió el trono, donde se turnaron los hermanacos, cofrades y devotos que quisieron llevar al Cristo por las calles.
Entraron dentro del templo de Santa Eufemia por su Sexto Centenario. La iniciativa de la cofradía que preside Miguel Vegas Cuenca fue muy acertada y los devotos y gente del barrio piden que se repita todos los años para ejercitar un Vía Crucis por las calles durante Cuaresma.
