Terminamos las entrevistas de los hermanos mayores de Antequera con el de la Soledad, José Manuel Cantos Ruiz, quien en plena semana de triduo, recorre con sus respuestas el acuerdo del Viernes Santo, la bandera de mantener el estilo antequerano del siglo XIX y cómo se ha transformando la procesión en los últimos años.
Empezamos exponiéndole el acuerdo entre las tres cofradías del Viernes Santo. “En Antequera el circuito que tenemos es el que es y evidentemente tenemos que hacerlo de mutuo acuerdo. Nosotros no tenemos absolutamente ningún inconveniente en que se realice el encuentro entre la Virgen de la Paz y el Socorro, pero siempre y cuando, siempre lo digo, eso no le afecte al discurrir normal de la Cofradía de la Soledad”.
Lo único que pide es que no les interfiera a ellos que vienen tras las dos primeras. “Las propias cofradías hace unos años nos decían que no podían realizarlo y este año de pronto, sin alterar los horarios, hemos descubierto que sí se puede realizar. Entonces yo me alegro muchísimo y desde luego la Soledad va a poner todo su empeño en que se desarrolle un Viernes Santo como la ciudad espera”.
Deja claro que “si el encuentro no se hace no es porque la Soledad no quiera porque viene detrás y se apagan luces, no”. Ante ello: “Me siento muy contento como hermano mayor de la Soledad que las tres cofradías hayan logrado este año su objetivo”.
Una cofradía que vuelve a sus orígenes, saliendo la última y con las luces apagadas tras años en los que ha ido tras los de “Abajo” o “Arriba”, o incluso la primera con la luz del día. “Ha sido por la situación sobrevenida de la cofradía que al final llega nueva y tiene que hacerse su hueco. Para eso se ha tenido que tensionar en algunos momentos y ya hoy la cofradía de la Soledad tiene su 33,33 por ciento dentro del Viernes Santo”.
Tiene su sitio y hora. “Va a seguir siendo la misma que con mis compañeros Fernando Rosales, Luis Moreno y Salvador Cruzado, lo que queremos es luces apagadas y una idiosincrasia muy particular”.
En los últimos años, el respaldo a la Soledad en la calle es evidente: orden, cortejo, acompañamiento musical… “Soy consciente porque llevo desde los 8 años en la cofradía y he visto todo lo que ha ocurrido estos 40 años. Lo de la gente es fruto del esfuerzo extraordinario de hombres y mujeres espectaculares que se han esforzado en trabajar estos últimos años, en hacerle ver a la ciudad de Antequera que somos una cofradía diferente y nos da igual que haya más o menos gente, buscamos un producto particular y lo hemos logrado”.
¿Y cómo lo ven desde dentro? “Sé que no sienta bien y lo digo algunas veces, pero el que realmente nos acompaña es el familiar íntimo que va al Cementerio. Al tanatorio va todo el mundo porque hay que cumplir, pero la Soledad es como el que va al Cementerio porque lo siente de verdad”.
En la Magna y con las obras en calle Infante se percibió un recorrido íntimo, por Madre Carmen e ideal para estar tan lejos del centro. “Nosotros lo tenemos muy difícil, pero no hay otra alternativa. En la Magna peleé para que se llegara a un punto que es muy importante dentro de la religiosidad en la ciudad, que es Madre Carmen. Es un recorrido muy bonito, pero tenemos unos estatutos en la Agrupación y hay que cumplirlos, y yo soy el primero en hacerlo”.
Hay una portada de fondo de la entrevista en la que se ve cómo no pasa el tiempo por la estética de la Soledad. “Nuestro estilo es puro, puro, absolutamente puro decimonónico, sin ninguna alteración. Y ahí está el museo. Nosotros decimos que no podemos estrenar tantas cosas como otras cofradías porque sólo con el mantenimiento de los enseres que tenemos, supone mucho esfuerzo”.
¿Y cómo lo mantienen y evitan esa tendencia al cambio? “Yo estos días ya estoy tensionado porque siempre hay gente que quiere innovar y la figura del hermano mayor al final es el que escucha a todos, pero intenta aunar criterios. Mientras yo esté, el criterio es respetar el estilo puro antequerano. Está claro”.
Este año cambian la iluminación de la urna. “Es una de las grandes inversiones con una empresa que de dedica al arte sacro, ha instalado con luz led y reguladores de intensidad, muy novedoso y es importante porque al salir con las luces apagadas, necesitamos de esta luz”.
Un año donde la Soledad está en primera fila de la actualidad cofrade. “Ése ha sido mi esfuerzo como hermano mayor, intentar recoger para la Soledad todo lo posible: un Pregón, un Cartel, la Magna, In Aeternum… que hace que nuestra cofradía suba y lo haga con los mejores: Ángel Calle, Salva Cruzado, Antonio Jesús Palomo…”.
Terminamos con un sueño: “A mí me gustaría ser hermanaco de la Soledad que es lo que quiero ser”. El año que viene hay elecciones y no optará a repetir.
