Con encuentros, con unión, con sentimiento, con ilusión, con pasión, con futuro, meciendo, a la carrerrilla… Así pasaron por las calles del centro los pequeños en una nueva edición de la procesión de los tronos chicos en Antequera.
El futuro está aquí. Desde pequeños con un año hasta jóvenes ya cerca de los 18, los niños de los colegios, de las casas, de las familias, de las cofradías, de la calle, salieron e hicieron disfrutar a las aceras. Fueron 702 niños los que participaron con 48 tronos.
Sin polémicas, sin problemas de horario, ni desencuentros, ellos sacaron la esencia de una procesión: su fe, su sentimiento, sus ganas de seguir lo que han visto en abuelos, padres, hermanos… ¡montaron su procesión!
Y todo gracias un año más a la Cofradía de Los Estudiantes, con su hermano mayor Juan Manuel Vegas, al frente, y su junta directiva, hermandad organizadora que pone su iglesia, sus directivos, su tiempo… para que los más pequeños salieran a la calle. ¡Y cómo lo hicieron!
La procesión partió y terminó en la iglesia de San Francisco, con el siguiente recorrido: Plazuela de San Zoilo, Diego Ponce, Maderuelos, Rey, Lucena, Madre de Dios, Lucena, Duranes, Plaza de San Francisco y Plazuela de San Zoilo.
Partieron puntualmente a las 18 horas, con un buen ritmo y el sol dando la bienvenida. Musicalmente les acompañó la banda “Suspiros de Pasión” de Alameda, a la que se sumó una banda infantil del Colegio de Nuestra Señora de la Victoria, así como músicos solistas que marcaban el paso de los tronos.
A las 20 horas comenzó la cabeza de la procesión a regresar a San Francisco, terminando con las «vegas», donde los niños, alentados por sus familias, aceleraron su ritmo para terminar el recorrido.
Terminaba la procesión con «encuentros», recibidos por los aplausos de la gente que premiaba el esfuerzo de los más pequeños, que van creciendo con esta pasión y en cuyos hombros, manos, voluntad y deseo, está el futuro de nuestras cofradías.