María Auxiliadora vivió una intensa semana en Antequera con triduo, festividad y procesión, que este año se desarrolló en la mañana del domingo 25 de mayo, en un día muy soleado, con altas temperaturas que llegaron a los 35 años, y ampliando su recorrido llegando a la Plaza de San Sebastián.
Para empezar, San Pedro acogió un triduo del miércoles 21 al viernes 23 de mayo. El día de su festividad, el sábado 24 de mayo, la misa fue por la mañana.
Y para culminar, la procesión el domingo 25. Salió a las 11,30 horas del templo parroquial de San Pedro, con devotos y vecinos recibiendo a la Virgen en sus primeras calles.
Siguió por la Cruz Blanca, bajada por Lucena y entrada por Duranes, donde los hermanacos se lucieron al son de las marchas de la Banda de Música Virgen del Rocío de Málaga que la hicieron a «lo Estudiantes», de un tirón, marcando el paso y las melodías.
Paso por Acera Alta y entrada a la Plazuela de San Zoilo, donde le aguardaba una representación de la Cofradía del Lunes Santo en su puerta, donde dio una vuelta el trono para enfrentarse al pórtico franciscano. Un momento muy especial porque hay muchos cofrades que pertenecen a ambas cofradías, entre ellos el hermano mayor de insignia, José María Torres Zurita, que es a su vez del Cristo Verde.
Desde ahí se notó el intenso calor, inapropiado de un mes de mayo. Los niños de Primera Comunión buscaban la leve sombra que daba desde entonces el recorrido. Siguieron por Plaza de San Francisco, Calzada, subida de Encarnación con parada ante el convento de las carmelitas calzadas, y entraron en la puerta de la Plaza de San Sebastián donde fueron recibidos por la comunidad parroquial.
Entrada en Infante don Fernando con saludo de la Cofradía de la Pollinica, y paso por toda la calle Lucena hasta regresar a San Pedro, donde se tuvo que aguardar por la caída de una mujer que requirió la atención sanitaria.
Y a las 14,35 horas, tras la última marcha, esfuerzo y vuelta, concluían los cultos de una imagen que tiene mucha devoción en la ciudad.
