El capitán del Antequera, Marcelo, muestra la ilusión del vestuario ante el partido ante la Ponferradina: «Tenemos la suerte de tener un grupo fantástico en el que siempre nos hemos ayudado entre todos».
Un jugador que es todo superación tras lesionarse de la rodilla y perderse la pasada campaña. «Después del año pasado tan malo que tuve, por esa lesión de rodilla, este año me estoy encontrando en muy buena forma, sobre todo la confianza que me da el cuerpo técnico y los compañeros».
Juega de «cinco» y de él depende la fluidez del juego local. «Desde pequeño lo único que quiero, es coger la pelota y eso al final es lo que intento transmitir en el campo, confianza a los compañeros para que siempre me la pidan».
Al final «yo intento llevarle la pelota a los compañeros de tanto talento que tenemos arriba» y que sean ellos los que rematen y consigan los goles. En partidos con momentos tensos, él tiene que poner la templanza y el pase acertado. Lo consigue con… «la cabeza y el pie». Busca que antes de recibir, «saber ya a quién se la tienes que dar». Así, casi sin mirar «sé dónde está Chema, dónde está colocado Luismi, Biabiani».
Sobre los dos partidos que se presentan, es de los que piensan que un detalle puede decidirlo. «Creo que será una eliminatoria muy cerrada». Sobre el rival: «Ellos han estado prácticamente a punto de ascender directos».
Lo de jugar antes en casa: «Tenemos la ventaja de empezar aquí en El Maulí, de que la gente nos apoye». El objetivo será «jugar defensivamente muy compactos porque sabemos que es una eliminatoria de vida o muerte. Entonces, intentar no conceder goles».
Y luego, conseguirlos. «Creo que una de las claves será nuestro primer partido aquí, con nuestra gente. Que El Maulí de verdad que tiene magia, yo lo he notado, lo he vivido, llevo mucho tiempo aquí. Y sacar ventaja desde El Maulí será clave».
¿Os quita el sueño este partido? «Estamos intentando llevarlo con normalidad. Pero al final, pues, todos tenemos esos nervios. Pero como yo digo, nervios buenos, nervios de esa tensión, esa emoción, esa ilusión. La ambición del grupo que no se va a conformar sólo con haber conseguido llegar a los play-offs».
Gran parte del resultado de esta eliminatoria a doble partido dependerá que Marcelo encuentre su sitio y sepa eludir al rival y encontrar ese pase final que un compañero consiga materializar en gol.