Santa María acogió, como en las grandes citas religiosas, la misa por la festividad de la Virgen de los Remedios en el año del centenario de su Coronación Canónica, para lo que se trasladó la imagen por la mañana y salió luego en procesión.
Así, a las 19 horas comenzó la misa con la Patrona en su templete de plata ante el baldaquino central. Presidió el arcipreste Antonio Fernández, quien recordó que la Magna se realiza por esta efemérides y pidió a María que siga siendo el Remedio de la ciudad.
Fue concelebrada por el vicario, el antequerano Juan Manuel Ortiz Palomo, así como por el trinitario Antonio Jiménez, el salesiano Francisco Javier González y el diocesano Carlos Julián.
El alcalde Manolo Barón presidió la representación municipal, acompañado por los tenientes de alcalde: Ana Cebrián, Antonio García, Teresa Molina y Elena Melero, y los ediles: Francisco Calderón, Gema González y José Manuel García Puche que rindió el Pendón como concejal más joven.
En las primeras filas, el esclavo mayor Justo Muñoz Blázquez, acompañado por la presidenta de la Agrupación de Cofradías, Trinidad Calvo, así como representantes de las diferentes cofradías, hermandades y realidades religiosas de la ciudad.
Los hermanos Diego y José Antonio Morales acompañaron musicalmente la misa con el Canticorum Handel, Kyrie, Santos y Agnus Dei de la misa breves de Gounod, Benedicat Vobis de Handel, Panis Angelicus de Franck, Pie Jesu de Webber, y Ave María de Schubert.
Al final de la misa, se entregó un cuadro a Justo Moreno Muñoz por los 25 años como hermano mayor de insignia de la Virgen de los Remedios justo en el año del Centenario de la Coronación Canónica.
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