Santo Domingo acogió el Triduo de la Cofradía de ‘Abajo’ del jueves 16 al sábado 18 de marzo, para lo que las cuatro imágenes titulares se trasladaron al Altar Mayor.
Destacó el Dulce Nombre de Jesús que lucía nueva túnica bordada, donada por su camarera Purificación Vidaurreta Blázquez. Se trata de una pieza realizada en el último tercio del siglo XX por las religiosas de la Encarnación y Catalinas de la ciudad, que ahora se ha adaptado a la imagen crística.
Mientras que la Virgen de la Paz lucía saya de tisú de plata con el escapulario que le bordara y regalara, Antonio Miguel Moreno Serrano. Artista que bordaba la saya de lamé de plata diseñada por Javier Sánchez de los Reyes, que evoca al grabado de 1853 y que en su conjunto lució el pasado Viernes Santo. Llevó también la corona de plata.
El Niño Perdido presidía el centro bajo la cruz guía, mientras que el Cristo de la Buena Muerte permanecía ante la mesa de altar. Todo siguiendo las formas de altar cuaresmal que esta cofradía venía montando a mediados del pasado siglos.
El trinitario Antonio Jiménez abrió el primer día de triduo, seguido por el arcipreste Antonio Fernández para terminar el carmelita Antonio Jiménez.
En el último día, se contó con la participación del conjunto coral de San Sebastián que interpretó la Salve compuesta por Joaquín Pareja-Obregón que le cantaron a la Virgen de la Paz en la procesión magna del 10 de septiembre.
Santo Domingo fue de nuevo el centro de la llegada de fieles y cofrades para acompañar a los titulares en Cuaresma.