Marco y Chari llevan más de diez años casados y desde hace unos años además del amor les une su negocio: Casa Chari Verónica. Este matrimonio emprendedor ha decidido ampliar su negocio y coger el testigo de Pepe y Agustina al frente del Asador de pollos Samuel tras la jubilación de sus antiguos propietarios.
Casa Chari Verónica está a punto de cumplir cuatro años: “En abril hacemos cuatro años, empezó como una tiendecita de barrio, pero al ver los gigantes que tenemos cerca decidimos darle un giro a la cocina casera. Nuestra especialidad es la cuchara. Tenemos papas guisadas, lentejas, puchero, potaje… comida casera, para quien quiere en el día a día comer bien sin tener que preparar una olla para una o dos personas”, nos cuenta Marco.
Marco y Chari se convirtieron así en expertos en comida para llevar, y ampliaron poniendo bocadillos y camperos por las noches. Ahora, se han lanzado también a vender pollos asados: “Son dos empresas que perfectamente se pueden asociar, porque ninguna le va a quitar clientes al otro, ni protagonismo” dice Marco ante este aumento de oferta.
Ilusionados y agradecidos
“Nos sentimos muy ilusionados y afortunados porque nos han puesto todas las facilidades para poder seguir con su negocio, con su clientela, su tradición y sus años de experiencia. Estamos muy agradecidos con Pepe porque se está quedando todo este mes con nosotros. No ha sido un traspaso de darnos las llaves y decirnos adiós, sino que se va a quedar todo un mes, enseñándonos todo, facilitándolo todo, porque enseñarte una experiencia de tantos años es facilitarte el trabajo” dice Marco.
Pepe fue quien le propuso quedarse con el negocio: “Un día nos fueron a visitar Pepe y Agustina a Casa Chari, se comieron un campero, nos vieron trabajar y se vieron reflejado en nosotros, un matrimonio que trabaja junto, que lucha por sus sueños. Igual que ellos”.
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