Tras más de 50 años de actividad laboral, ha llegado el merecido descanso para Chelo Paradas, gerente de Atenea Ceremonias, que el pasado 9 de septiembre iniciaba su jubilación.
Un emotivo homenaje, totalmente imprevisto, fue la sorpresa que sus compañeras le quisieron regalar como reconocimiento a una amplia trayectoria siempre vinculada al mundo del comercio en Antequera.
“Estoy muy contenta y feliz, porque he estado 51 años trabajando y ahora toca hacer cosas que no he podido hacer nunca”, reconoce al tiempo que confiesa que “ahora mismo echo mucho de menos a mis compañeras y a mi trabajo, pero como estoy muy ocupada tampoco tengo mucho tiempo para ponerme melancólica”.
Haciendo un repaso a su vida laboral, señala que “siempre me he dedicado al comercio, desde que comencé a trabajar con catorce años en la empresa de Amadeo Morán, en Cumbre, donde estuve 30 años”. Con el trato al cliente en la venta de calzado, se dio cuenta de que “en Antequera había bastante demanda de alguna tienda de ceremonia más, porque solo había una y mucha gente se tenía que ir fuera”.
Esa idea la compartió con su hermana Virginia, y en apenas dos meses buscaron un local en la calle Diego Ponce e hicieron realidad su proyecto. “El día 17 de diciembre de 2000 abrimos Atenea Ceremonias”, ya que asegura que “estaba todo predestinado”.
Desde un primer momento contaron con Pepe Botella como firma de referencia. “Sin tener ni idea del mundo de la novia, hablamos con él, nos propuso que nos marcháramos una semana a su fábrica, y así empezó a rodar todo”.
Desde ese día “siempre hemos intentado tratar a todo el mundo como a nosotros nos gustaría que nos trataran”, manifiesta como clave de su éxito empresarial.
Máxima atención personal al cliente
Siempre ha sido consciente de que “al atender a una chica que se va a casar, estamos preparando el día más importante de su vida, y ante eso no hay tiempo”.
Igual sucede con los trajes de Primera Comunión, “con unas niñas que llegan con una ilusión enorme que es lo más bonito”, o con trajes de ceremonia para madrinas “que a lo mejor no están acostumbradas a arreglarse”.
Ahora, tras el homenaje de unas compañeras “que no sabía que me quieren tanto”, hace balance y asegura “que la aventura ha sido positiva” y se jubila con la tranquilidad de tener un gran equipo que sigue con Atenea Ceremonia.