Antonio Montiel González nació en el Hospital San Juan de Dios de Antequera el 30 de agosto de 1964, hijo de María González González, de Villanueva de la Concepción y de Antonio Montiel Podadera, de Almogía, quienes por trabajo se trasladaron a Madrid.
Villanueva pertenecía aún a Antequera, por lo que sus vecinos optaban por trasladarse a la Ciudad del Torcal para temas sanitarios, como la mayoría de los partos. “Aunque yo naciera de manera circunstancial en Antequera, nunca lo he ocultado y me siento orgullosísimo de haber nacido en esta tierra, ser antequerano, malagueño y sentirme también de Villanueva y Almogía”.
No para de ser noticia. Lo fue desde que empezó a destacar como retratista. Esta Navidad está batiendo récord de asistencia a su muestra antológica en el Ayuntamiento. Lo será en 2018 por el Cartel de la Semana Santa de Antequera y por el retrato del Rey Felipe VI. Así es Antonio Montiel.
Todo empezó en torno a un 30 de agosto de 1964, dice el artista: “Siempre se ha hablado de mí como el pintor malagueño, pero he tenido una gran vinculación con Málaga y con Antequera porque mi madre es de Villanueva de la Concepción, entonces pasaban los veranos en casa de sus familia todos los meses de agosto”.
Como estaba esperando dar a luz: “Precisamente nazco un 30 de agosto, yo por lo visto traía prisa, y vinieron al Hospital San Juan de Dios que les resultaba más cercano que Málaga, y ése es el motivo de que yo haya nacido en Antequera”.
Fue nacer y a los pocos días se desplazó a Madrid hasta que a los seis años “nos volvemos a Málaga capital, que es cuando yo empiezo a enterarme de lo que es Antequera, empecé a sentirme muy orgulloso de haber nacido en Antequera y eso fue lo que hizo que yo quisiera profundizar para conocer más de cerca, empecé a venir para ver de cerca, la ciudad, los monumentos”.
Entre sus recuerdos: “El traje de Primera Comunión lo compramos en Antequera, cuando tenía dentista iba a Antequera, venía a la feria de Antequera. Pero no tenia vinculación con la gente de Antequera, es decir era un poco de visita”.
Cuando empezó a iniciciarse su relación fue en 1980: “Tras conocer a Ángel Guerrero, que precisamente lo conozco en la Caja de Ahorros en Málaga, y él empezó a tener interés por mi persona y mi figura como pintor. Recuerdo que cuando hago la exposición de Marisol homenaje a una musa, él lo publica en El Sol de Antequera, y a partir de ahí, todo lo que he venido haciendo”.
Nuestro padre y maestro fue “una persona que para mí ha sido muy importante, en la unión al contacto con Antequera, Ángel Guerrero al que le tengo un cariño muy grande por tantas cosas, es un hombre que siempre me ha apoyado, siempre quiso que yo volviera a Antequera, y por él va esta antológica en el inicio de los actos del Centenario de El Sol de Antequera”.
Una revista despertó su talento del retrato al ver a Marisol
De niño, con apenas tres años y medio, empieza pintar “en la arena de la playa, que me encantaba”, y el retrato en sí “se hace en mí con unas revistas que trae mi padre cuando vivíamos en Madrid, de Radio Centro, donde venía la portada de una chica que me dejó fascinado y que con el tiempo me fui enterando de quién se trataba, nada más y nada menos que la actriz y cantante Marisol. Marisol siempre presente, hasta el punto que fue una obsesión, venía gente a mi casa y me decían, ¡píntame una Marisol!”.
Era muy mal estudiante en Matemáticas pero excelente en dibujo, tanto era así que la profesora, que también era de Bellas Artes, en algunas tardes, “me daba unas clases particulares fuera del horario de colegio. Ella fue la que habla con mi familia para que me apunten a la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Málaga, donde había estudiado Picasso”.
Pero hasta los 14 años no la conoció: “Tras enterarme de su dirección, pasé toda una noche de viaje hasta llegar a Altea donde vivía apartada del mundo artístico con su marido el bailarín Antonio Gades. Llegué a las 11 de la mañana y hasta las 6 de la tarde no logré verla, todo un día de espera. Cuando la vi en persona no me lo podía creer, yo me pensaba que aquella cara no existía en la realidad, era algo ficticio, me quedé maravillado, estuve como una hora en su casa y luego otra vez de vuelta toda una noche de viaje”.
A partir de ahí, “ya hicimos gran amistad, hasta llegar a hacer el Cartel de la Mantilla y cuando cumplió 50 años, hice un recopilatorio desde niño con unas 19 obras sobre ella”.
Autorretratos como si fuera Cristo
Dentro del Arte Sacro, destacan sus autorretratos en La Pasión: “Surge cuando tenía 20 años. En el estudio yo quería hacer un Cristo para una subasta y entonces quise hacer algo natural y no copiar nada, entonces me puse un espejo y luego me inventé el pelo y la barba”.
¿Cómo reaccionan al verle reflejado en el rostro de Cristo?: “Cuando llevé el primer autorretrato a Cádiz, el sacristán de la catedral lo encontró atrevido, casi un sacrilegio; y vino el obispo y al verlo, exclamó: ¡Esto es una obra de arte, una maravilla! y me hizo una crítica maravillosa en el Diario de Cádiz”.
Su Arte Sacro llama la atención de los amantes del Arte y de la religiosidad popular: “Cuando fue el Cartel de la Semana Santa de Málaga, causó un gran impacto. Lo pretendí desde la simpleza más absoluta, además desde un hecho bíblico, esa parte de dejad que los niños se acerquen a mí, es un futuro cofrade que se acerca a una figura de Cristo en la Pasión”.
En puertas ahora del Cartel de la Semana Santa de Antequera: “Eso era una cuenta pendiente, que se va a cumplir afortunadamente dentro de poco. De Antequera por fin lo voy a hacer ahora”.
Tras Málaga y Antequera, ¿le queda alguno por hacer?: “El de Sevilla también me apetecería mucho. Las cosas a veces caen cuando es su momento, por eso hay veces que uno dice por qué no hago esto o no me han llamado para aquello… y se te presenta la oportunidad como ha pasado con Antequera”.
¿Qué nos puede decir del Cartel de Antequera?: “Es algo muy representativo, la gente va a ver Antequera. No he pretendido solamente hacer un retrato, no se trata de pintar un retrato de una figura de Antequera, hay algo más… que veréis pronto”.
No es común que un artista se prodigue en ser un maestro, en su caso con el pincel, pero también en la oratoria como es su caso: “Yo tenía mi propia academia, había estado de profesor en la Academia de Miguel Ángel y luego monté la mía propia en calle Granada y me iba muy bien”.
Pero… “Tenía 22 años, y era el momento, me fui totalmente a la aventura con un dinero para estar unos meses en Madrid, en el caso que no me fuera bien volverme a Málaga. Empecé a retratar a gente aristócrata, conocí a un vizconde de Astorga que me presenta a una asociación que precisamente estaban haciendo los retratos de esa asociación”.
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La Revista ‘Lecturas’ le lanza a la fama y su relación con los reyes
Si Marisol marcó su inicio como genio del retrato, la revista ‘Lecturas’ fue lo que le catapultó en la sociedad del mundo del retrato. “El gran espaldarazo viene cuando me contrata la revista Lecturas para la serie las Mujeres Divas Españolas en tres dimensiones”.
También, un pintor de Corte: “Hice el retrato del Rey Don Juan Carlos para la agrupación logística número 1. Pinté a la Reina Sofía, a la Infante Elena con su niño en brazos, cosas que nunca pude pensar, como miembros de la familia real de Arabia Saudí. Y una de las más importantes que he hecho ha sido el retrato de la Reina de Inglaterra”.
Ahora está realizando el primer retrato del Rey Felipe VI: “Es un encargo que me ha hecho el Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra para el Palacio de Buenavista y en el que me ha posado el Rey en directo”, al que se le suma el encargo del alcalde Manuel Barón para que presida el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Antequera.
Su obra en Antequera
Para Antequera, su primera obra fue en 2001, el Paño de la Verónica para la Cofradía del Socorro, y de ahí “la Princesa de la Palma de Plata como le puse a Santa Eufemia, luego el Cartel de la Feria de Antequera o uno de los privilegios que es haber hecho el de la proclamación del Cristo de la Salud y de las Aguas”.
También recuerda “la presentación de mi obra más andaluza en El Sol de Antequera” por medio de un coleccionable. ¿Y qué le queda?: “Me encantaría tener unos cuantos cuadros en el Museo, está pendiente ese Pregón de la Semana Santa que puede que algún año puede que se haga, junto al de Málaga”.
Y, ¿cómo retrataría a Antequera en su conjunto?: “No se le puede dar mayor relieve a la belleza de una ciudad como el ser Patrimonio de la Humanidad, es que no es solamente los Dólmenes, es Antequera entera y dónde dejamos el Torcal que para mí si es algo que impresiona de verdad. Antequera entera es Patrimonio de la Humanidad”.
Una persona de mundo, ¿qué cree que le faltaría más para que se conociera?: “Promoción es lo que hace falta, y que la gente sea más consciente de lo que tiene. Cuando a la gente le facilitas tener un acceso más cercano, todo eso ayuda muchísimo y Antequera lo necesita”.
Las distinciones de Antonio Montiel
De pintar en la arena de la playa a formarse desde los 10 años, Madrid fue el lugar ideal para avanzar en su carrera. Allí la Asociación de “Hidalgos a Fuero de España”, le encarga la colección completa de todos sus presidentes, pertenecientes a la aristocracia española.
Tras el encargo de la revista “Lecturas” con la serie denominada “Las Mujeres ¨10¨ españolas en tres dimensiones”, le lleva a una fama y reconocimiento que no ha parado aún. En 1992, representa a España en el Festival de Arte de las Américas. Regresaría entre 1994 y 1995 a México.
En octubre de 1995, la galería de arte Nova de Málaga presenta su primera retrospectiva, empezando a ser reclamado para muestras, carteles, retratos y pregones.
En 1999, recibe por parte de la Asociación Malagueña de Escritores la distinción de “Malagueño del Año” en calidad de “Amigo de Málaga”. En agosto de este mismo año es elegido “Abanderado de la Feria de Málaga”.
El 28 de Febrero de 2001 pronuncia el pregón del “Día de Andalucía” en el Palacio de Deportes “Martín Carpena” de Málaga, ante 8.000 personas y es condecorado con el “Escudo de Oro” por la Federación Malagueña de Peñas por su demostrado “malagueñismo”.
Villanueva de la Concepción le concede el título de “Hijo Ilustre” y dan su nombre a la Casa de la Cultura y la avenida donde está ubicada. En 2004, el Ayuntamiento de Antequera le distingue con “El Efebo”. Al año siguiente, en 2005, pinta y pregona la Real Feria de Agosto de Antequera, donde posan para él, el torero Curro Romero y su esposa Carmen Tello.
En septiembre realizó el Cartel de Santa Eufemia, de la que también presentó su cartel anunciador en uno de los actos cofrades con más sentimiento que se recuerdan.
En el 2006 es requerido por la Agrupación de Cofradías de Málaga para pintar el cartel anunciador de la Semana Santa. En 2010, recibe el galardón de “Campanillero de lujo 2010”, año en el que pinta la portada de su Especial de Semana Santa, al coincidir con el VI Centenario de la Ciudad, pintando la portada del Libro que realizan sobre la Semana Santa con las imágenes de Santa Eufemia y del Señor del Mayor Dolor, año en el que realiza la Exaltación Cofrade por el Sexto Centenario de Antequera y Santa Eufemia.
El 16 de Septiembre de 2015, recibe el título de “Hijo Predilecto” que le concede el Ayuntamiento de su Antequera, de manos del alcalde de Antequera, Manuel Barón. Necesitaríamos un libro para detallar todos sus reconocimientos y carteles.
Para terminar la entrevista
El Alcalde dice que de haber nacido siglos atrás, hubiera sido el pintor de la Corte. ¿Le hubiera gustado nacer en otra época?: “Sin duda, me hubiese gustado nacer a finales del siglo XIX donde había una serie de cosas que yo valoro muchísimo: la estética, la arquitectura, los modales… es que a mí me gusta eso”.
¿No le gusta por tanto la sociedad de hoy?: “Lo que estamos viviendo en estos momentos me parece que como en todo estamos llegando a una decadencia generalizada. Estamos perdiendo tantos valores a nivel humano… A mí me resulta alarmante, a mí no me gusta ver a una persona comiendo chicle en una televisión. Ahora mismo una bolsa de basura le llamamos arte, como pasó en el Museo Guggenheim”.
Tras el éxito de la exposición en Antequera y el Cartel de Semana Santa, ¿en qué está trabajando?: “En el retrato del Rey que tenía que haber terminado en el mes de octubre y he tenido que hablar con los militares a posponerlo para más adelante”.
¿Cómo le gustaría que le recordara la Historia?: “Como un pintor que por encima de todo fue honesto con lo que hacía y además se preocupó de llegarle a la gente, no que la gente tuviera que inventar lo que ve”.
Si tuviera que decirnos un artista antequerano… “En Antequera tenemos un pintor que es Cristóbal Toral un genio de la pintura figurativa al que admiro muchísimo”.
Aquí nuevas páginas que seguirán, tras su última estela, la marcada esta Navidad que se recordará para siempre lo que aportó en el inicio del Centenario del Periódico de Antequera. Gracias y… ¿para cuándo la próxima obra de amor a tu tierra? El espejo del alma de esta Navidad tiene un nombre de artista: Antonio Montiel y vive enamorado de su Antequera.
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