Nunca es igual al año pasado. Con el mismo objetivo, pero de una manera diferente de llegar al corazón de cada persona. En la tarde del miércoles 15 de diciembre, asistimos al Belén Viviente que organizó el Colegio de Nuestra Señora del Carmen en el patio principal del centro.
Con el respeto de las normas y las indicaciones del profesorado y padres de alumnos, los protagonistas fueron entrando para preparar los últimos preparativos para la función que comenzaría a las 18,30 horas. En la oscuridad de la tarde, padres y profesores salieron con las letras de la Navidad, deseando que en cada hogar, nazca ese espíritu que cada año nos trae el Niño Dios.
Con el carmelita Antonio Jiménez entre bambalinas, llega la hora y los profesores van realizando introducciones a cada parte del acto de este año. Mensaje a las familias presentes: Navidad es dar gracias y bienvenida al nuevo ser que nace, no es nada de compras y comidas exageradas, todo siempre con mesura.
Tras formar con cada letra la palabra Navidad, van saliendo los niños que encarnan los personajes de la Navidad. Desde la búsqueda de una posada por José y María, a la adoración de pastores, la aparición del ángel o la llegada de los Reyes Magos.
Entre cada acto, los pequeños salen al patio y con una profesora resguardada bajo la fuente, les va recordando la coreografía. Ella, sin que casi nadie la vea, es como nuestra conciencia en Navidad y todo el año. Lo importante es el grupo y esforzarse. Cada compañero de clase baila, gira, salta y hace emocionar a los presentes.
En los Carmelitas, se vivió cómo lo importante es sacar lo que el corazón nos dice, con sus latidos, con sus ganas de vivir. ¡Gracias por esa tarde! Sigamos su ejemplo…
