El patio del Ayuntamiento de Antequera se está convirtiendo este verano en un auditorio al aire libre donde van pasando diferentes variedades culturales. Del 28 al 30 de junio, los primeros anocheceres del intenso calor acogieron las IV Noches Clásicas donde la música y el teatro se hicieron presentes.
Así, para empezar el viernes 28 a las 22 horas, la Coral Ciudad de Antequera empezó con su interpretación coral. Con la dirección de Manuel Ruiz y el acompañamiento al piano de Antonio José Henares Ordóñez, el conjunto coral nos hizo viajar en el tiempo de las melodías.
Para comenzar, música de películas. Y lo hacen surcando los mares de la noche con “1492: La Conquista del Paraíso de Vangelis. Para estas voces no hay nada imposible y se atrevieron con esta complicada conjunción de voces. Siguieron con “La nuit” de los Chicos del Coro de Jean-Philippe Rameau. En ese trayecto de fantasía, continuaron con “Nella Fantasía” de “La Pasión” de Morricone. Y tocó cambio con música escénica. Lo hicieron con Barcarola de “Los cuentos de Hoffman” de Offenbach. Coro gitanos de “Il Trovatore” y “Va pensiero” de Verdi.
Continuaron con la “Habanera” de Penella, “Con te partiró” de Sartori, Quaranttoto y Ruiz. “Regresa a mí” de Warren. Y terminaron con versos latinos. “Maracaibera” de Rincón, “La Bikina de Fuertes- “Cantar” de Althouse. Y “The Lion Sleeps Tonight” de Weiis.
El sábado 29 fue turno para el Teatro Lírico Andaluz que puso en escena “El barbero de Sevilla”, la famosa zarzuela en un acto, divido en tres cuadros, con libreto de Guillermo Perrín y Vico y Miguel de Palacios. Bella estampa con su foso musical, preludio de lo que se espera cuando se reabra el Teatro Torcal.
Y cerró la antequerana soprano Rosa Miranda con “Entre usías y damiselas”. acompañada en escena por la mezzosoprano Sara Rapado; la actriz antequerana Pilar Giráldez y el pianista Miguel Ángel Castro. Quienes seguimos la carrera de la voz angelical antequerana, comprobamos cómo sigue creciendo y puliendo su don. A su magistral voz, suma su interpretación para hacer más actual y con el mismo gancho, sus temas.
Así, con un inicio de ópera, la “Canzonetta sull’aria” de Mozart dejó claro lo que se iba a deleitar, siguiendo con “Séguedille de Carmen” de Bizet y “O mio babbino caro” de Schicchi y Puccini.
Puso el broche con “Sierras de Granada” de Giménez, “Aquí estoy ya vestida” del barberillo de Lavapiés de Barbieri, “Canción andaluza” de Caballero y “Por fin llegó” de Sorozabal. Ya resta un día menos para volver a sentir su voz en Antequera.