Tocamos el sueño, lo rozamos gracias a una gran primera parte que realizó el Antequera 2010 en el partido de cuartos de final que disputaba en la noche del jueves 18 de marzo contra el San Antonio.
El conjunto de Antonio Carlos Ortega realizó una gran primera parte, una de las mejores que han realizado durante esta temporada.
Casi dos años después de vivir el sueño de la Copa del Rey en Zaragoza, el primer equipo del Club Balonmano Antequera volvía a disputar el sueño de la competición copera en casa. Todo era perfecto: la marea verde que apoyó desde la grada a su equipo, la magnífica organización, el ambiente en la ciudad, la presencia destacada de autoridades y empresarios en el palco de honor e incluso una primera parte para soñar…
Antonio Carlos planteó jugar por las bandas, para abrir la fortísima defensa y tras el 0-1 inicial de Jurkiewikz, los antequeranos tomaron ventaja al 6-4 del 10, el 11-7 del minuto 20 o el 17-13 con que se llegó al descanso.
Esta diferencia, que llenó de ilusión a los aficionados locales, que animaron como nunca… o quizás fuera mejor decir que como siempre, se basó en la actuación soberbia de un Jorge Martínez, que reivindicó sus méritos para ir a la Selección ante el Seleccionador que se encontraba en el palco. Fue un espectáculo por el juego de los dos equipos, con mucha garra en los antequeranos, que encontraron en Trivundza-Obradovic, auténticos estiletes que superaban la defensa del Reyno, que oponía la calidad de Nikcevic y Mindegia acertados de cara al gol, mientras Jurkiewicz dirigía la defensa en la que a base de aguantar entradas durísimas Baena lograba entrar. Al descanso se llega con un justo 17-13, que hacía concebir ilusiones a los de Ortega.
En la segunda parte, el entrenador del Reyno de Navarra, Chechu Villaldea, reforzó la defensa acortando la distancia del luminoso hasta igualar el partido. Otra de las claves en el descanso fue colocar a Fernando Hernández como lateral derecho ante los experimentos fallidos en la primera parte por la ausencia de Cristian Malmagro, operado del codo por la mañana. Y a partir de ahí cunden los nervios en los locales, que fallan ocasiones claras desespertándose en ataque y centrándose en pasar el balón a un Rafa Baena noqueado por Vargas, Guardiola y Dominikovic. Así que Ortega, ordena salir a jugadores como Alexis Rodríguez, especialista en el extremo.
La dureza de Jurkiewicz, fue aprovechada por los locales para provocarle, hasta recibir la tercera exclusión de dos minutos, que privaba a la defensa navarra de su baluarte… aunque Ruesga y Mindegia se encargaban de hacer olvidar esa ausencia.
Por el contrario la defensa antequerana, segurísima en la primera mitad, afloja su seguridad; cambian a Jorge Martínez por Schulz. Los navarros se separan de dos goles, pero una reacción local, iguala el marcador. Pero Carlos Ruesga, vuelve a poner distancia de dos goles ya dentro de los últimos cinco minutos. Inmediatamente Alexis yerra un 7 metros y Ortega ordena «defensa abierta» que tiene su primer fruto en un gol de Chispi que pone el marcador, faltando dos minutos, con un gol a favor de los navarros, que vuelven a ganar la distancia por medio de Mindegia, en un partido colosal que fue reconocido con los premios a mejor jugador del partido y máximo goleador. Una escapada local y un paradón de Ristanovic, anuncia la irrecuperable diferencia para los de Ortega, que es de 29-31 a falta de medio minuto para terminar 29-32 con el claxon de la mesa.
El sueño de disputar las semifinales en casa frente al Barça se esfumó en una mala segunda parte marcada por el acierto estratégico de los navarros que recuperaron el tiempo perdido en la primera parte. Nos fuimos con la cabeza alta.
El Barça demuestra ante el Naturhouse que viene a por todas
Xavi Pascual planteó el partido a la perfección, con una defensa apretadísima, frecuentes robos de balón y contraataques que marcaron la diferencia a favor de los catalanes, desde el comienzo. El Naturhouse, trataba de frenar el aluvión de juego, con entrega de todo el equipo y algunas individualidades espectaculares en Unai Arrieta y Javier Parra, pero los de Jesús Javier, pecaron de algo imperdonable ante el Barcelona: dejarse perder balones, errar en los pases a media y larga distancia, todos los cuales caían sin excepción en las manos de los jugadores catalanes, que ya sabemos cuentan con Juanín García (sensacional todos los minutos que jugó). Iker Romero, Víctor Tomás y compañía.
De esta forma el Barcelona consiguió un «colchón» de puntos que le permitió mover mucho el banquillo, y jugar con relativa tranquilidad. Insistimos en que los de Jesús Javier González, luchaban sin desmayo, y con algunos acciones espectaculares de Unai Arrieta, Parra y algunos compañeros más, que lograban sorprender a Danjel Saric, pero frenar a este Barcelona es punto menos que imposible para los equipos «normales» de la Asobal, de los que excluimos naturalmente a Ciudad Real. De esta forma 18-11 al descanso con un 72 por ciento de aciertos en los lanzamientos catalanes, por un 48 de los riojanos. Con el detalle de que hubo cuatro exclusiones de 2 minutos en los azulgranas, por ninguna en los riojanos, lo que da idea de cómo buscaba el triunfo el Barcelona.
En la segunda parte, se mantiene la tónica, con los riojanos entregados, pero como si supieran que había que luchar para no aumentar la ventaja del rival, pero que sería muy difícil sacudirse la ventaja que, por los aciertos de esos fuera de serie que son Iker, Víctor Tomás, Noddesbo o Juanín García.
Fue aumentando paulatinamente. El entrenador catalán veía la cosa tan clara que no dudó en hacer debutar al portero juvenil Gonzalo, que apunta como relevo de Barrufet, dando más minutos a Rocas, que no tuvo su mejor día y aportó poco al éxito de su equipo.
Así hasta el final: 36-28, que corresponden a la actuación de un equipo fuera de serie, plagado de figuras, ante otro todo voluntad y entusiasmo, pero que no podía con un Barcelona Borges a tope, en un día en que estuvo imparable.
El sábado las semifinales Ciudad Real-Ademar y Barcelona-San Antinio en directo desde ATQ Radio desde las 16 horas, no se lo pierdan.