Antequera se prepara para tener en la próxima temporada de Asobal, a dos jugadores de la casa, de la cantera. A Juan Palomino, está a punto de hacerse oficial, que le seguirá Álex Díaz, que deja el Dólmenes y jugará con los mejores de España después de forjarse tras 10 años en la base.
Ante el Cisne, jugó, marcó y decidió. Su siete metros dio el empate y una despedida “del club en el que me he criado”. El joven extremo de 18 años termina un año que “ha sido un temporadón, hemos trabajado muy duro con un grupo impresionante. Nuestro objetivo era salvarnos y hemos estado peleando hasta el final por la fase de ascenso”.
Todo empezó hace 10 años. “Yo era muy malo en los Deportes, pero Chispi llegó a mi familia, se casó con mi madre, y a través de él me apunté a los prebenjamines”. Así conoció y creció “con Pablo Varo, que es mi mejor amigo, con Loren empecé luego en el Infante don Fernando, progresando en la base hasta competir en lo máximo”.
Lo tiene claro: “El Balonmano es todo, es mi estilo de vida, hago todo por el Balonmano, lo tengo todo el día en mente. Hay que sacrificar todo y al final tiene sus recompensas”.
Empezó de central, “pero mi estatura me llevó a ser extremo”. Remarca que “desde que empecé, quería jugar al Balonmano”. El año clave fue “en juveniles de primero fui consciente que si seguía trabajando podría llegar lejos”.
El mayor referente “lo tengo en casa, “Chispi”, pero soy de los que cojo lo mejor de todos los extremos izquierdos. Ojalá que sea profesional del Balonmano”.
Esperando el anuncio
Oficialmente no hay nada aún, “lo único que puedo decir es que es un salto deportivo y con muchas facilidades para estudiar y es una oportunidad que no podía dejar pasar”. Sí confirma que es en España.
Y es evidente que es un equipo de Asobal. “Al equipo al que voy es un salto personal y deportivo, lo que estaba soñando desde hace muchísimo tiempo”. Además, estudiará lo que le apasiona, educación física.
Obviamente le costó decir adiós. “Es tu ciudad, el equipo en el que has estado 10 años y al que le tienes tanto cariño”. Ahora, “hay que seguir mejorando, trabajar todo los días, pelear por los nuevos objetivos”. Uno de ellos, ser un fijo de los hispanos júnior.
En el Argüelles, debutó en Asobal un 23 de octubre de 2021 ante el Valladolid. Ahora sueña con jugar en casa con los hispanos júnior o una nueva Copa del Rey. Y “ojalá pueda retirarme en el equipo que me he criado”. Nuestro último Simba va camino de convertirse en un Mufasa, tras crecer en su tierra.