José Antonio Cuenca, el vecino de San Juan, suma nuevos logros de Kettlebell. Se acaba de proclamar doble campeón mundial, es decir, dos nuevos oros en el Campeonato del Mundo de IKMF, una de las organizaciones junto a la WKSF. Lo ha conseguido en dos pruebas distintas, con el máximo peso permitido.
Esta vez ha sido en Dinamarca, en Nyborg, donde con estos dos nuevos oros, suma ya la friolera de nueve mundiales consecutivos. Empezó en España, siguió en Polonia, y no para desde Francia, Portugal, Hungría, Bélgica y Polonia.
Ha sido el único representante antequerano y viajó con la expedición española formada por doce deportistas más. “Para mí significa mucho, ya que seguir estando arriba, después de tantos años, es algo muy difícil y complicado, hay muchísimo, pero muchísimo detrás de todo esto. Hay mucho trabajo, muchos sacrificios, muchos momentos de dolor, muchos momentos de bajón mental y tener que salir de ahí más fuerte aún es muy difícil”.
Pero como él nos dice: “Difícil es llegar, pero lo realmente duro es mantenerse ahí arriba tantos años y seguir con ganas de más”. Habrá que ver su evolución y seguro que consigue la décima antes de que nos demos cuenta. Este vecino de San Juan lleva el nombre de Antequera por todo el mundo.
El Kettlebell, un incipiente deporte
Consiste en levantar unas bolas de hierro con asas y aguantarla en una posición concreta. Llega a 531 veces durante 30 minutos, 17,7 veces durante 1 minuto, una cada 3,3 segundos. ¡Y lo hace con una bola de 32, 40 y 50 kilos, según la prueba!
También conocidas como pesas rusas, su forma redondeada y el material en el que están fabricadas recuerda la bala de un cañón. Entre 20 y 40 kilos es el peso de las mismas en Mundiales y su precio oscila entre 120 y 230 euros. Es un deporte que está expansionándose por todo el mundo y aspira a ser reconocido como olímpico, lo que podría llevarnos a éxitos históricos de un paisano.
Salvo en la pandemia, desde que ganó el primero en Antequera en 2018, había ganado los siete mundiales disputados de las dos organizaciones, la IKMF y la WKSF. Ya ha conseguido dos más.
Entre Mundial y entrenamiento, otro sueño: ser olímpico. Ahora mismo, se está abriendo camino por los diferentes continentes. Aunque compiten bajo reglamentos propios olímpicos, necesitan más recorrido y organización. Precisan más clubes y federaciones y puede ser un reto a conseguir.