El equipo Aquaslava de Antequera concluyó en la tercera posición por equipos el exigente Desafío Calima disputado en la localidad cordobesa de Posadas, un triatlón distancia Medio Ironman que ha contado en total con 1.000 participantes añadiendo los que han concurrido en distancia sprint. Con las ausencias de hombres como Iván Tejero o Ricardo Ibarra, un equipo con deportistas de la comarca en su mayoría ha defendido a un gran nivel los colores de un club que sigue en la élite año tras año.
El tercer puesto por equipos ha estado comandado por Nacho Olea. Salía en tercera posición del segmento de natación y tras perder puestos en unos conservadores para él primeros kilómetros de ciclismo, después ha vuelto a remontar en la carrera a pie para terminar entre los quince primeros de la general tras los 1.900 metros de natación, 90 kilómetros de ciclismo sin drafting y 21 kilómetros de carrera a pie. Olea está en una temporada de poca competición por motivos laborales, pero ha vuelto a demostrar que sigue en los niveles que le dejaron su salto de calidad la pasada temporada.
Otro Aquaslava que ha estado soberbio ha sido el debutante en la distancia, Pepe Palacios, que sigue haciéndose triatleta y que ha demostrado que domina ya los tres segmentos de forma muy equilibrada, aunque con un punto extra en la carrera a pie.
Por su parte, el bloque de Mollina ha sido el bastión del equipo hoy. Germán Galisteo ha demostrado su clase con una gran remontada en los kilómetros de ciclismo. Óscar Morente, que se federaba con Aquaslava hace tan solo un par de semanas también ha ido de menos a más.
Por su parte, Damíán Granados no se ha encontrado con buenas sensaciones, se mantenía en carrera, pero ha terminado abandonando mediada la carrera a pie cuando llevaba calambres y con el objetivo de evitar una lesión.
Pero como durante toda la temporada, el hombre que nunca falla es Carlos Pascual. Sabe que su verdadera carrera comienza a partir de la T1 y es al salir del agua cuando comienza su remontada que culmina con espectaculares registros en la carrera a pie. Hoy no ha sido menos, acompañado como siempre además por su mujer, Verónica, que pese a estar embarazada de siete meses no ha fallado en animar al equipo como hace siempre.
No ha podido terminar la carrera Kiko Muñoz. A las primeras de cambios, en torno al kilómetro 10 de ciclismo sufrió un pinchazo que no ha podido reparar, viéndose obligado a abandonar. Él no ha continuado, pero su carrera ha seguido a partir de entonces en las labores de apoyo al resto del equipo, acompañando a los triatletas en la carrera a pie e insuflando ese apoyo que siempre hace falta y que hace grupo.
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