Mañana domingo se clausura la XXXI Edición de la Feria Internacional de Turismo, que se define a sí misma como «un encuentro de los profesionales del turismo para definir las líneas de trabajo, estrategias y alianzas empresariales con el fin de dinamizar y reforzar la actividad turística, innovando para atender las cambiantes demandas del mercado». Instituciones promotoras, empresas operadoras, hoteles, agencias de viajes, consultoras y expertos en general en la gestión y desarrollos turísticos internacionales, tienen su punto de encuentro en Madrid, que reunió en la edición de 2010 a 10.966 empresas de 166 países, 124.644 profesionales del sector y 7.352 periodistas especializados en dar a conocer en sus respectivos países lo que habían descubierto en esa Feria, con objeto de convertir el ocio en negocio y el negocio en desarrollo para los destinos que acogen a los millones de viajeros que los visitan y disfrutan.
La Feria tiene la importancia que le da el hecho de que el Turismo se haya convertido en una de las grandes «industrias» de los países, generadora de muchas empresas y puestos de trabajo, y motora de otras industrias.
Como en años anteriores, allí está Antequera que, por culpa de la crisis, se acoge al «paraguas» de Patronato de Turismo del que forma parte, renunciando al mucho más costoso, y por lo visto de dudosos resultados, expositor propio de otros años. Pues vamos a ver si sirve para algo más que en años anteriores, donde dicen algunos profesionales del sector que apenas se notaron los resultados. Por supuesto que se trata de una actuación a mantener con constancia, pero, como hemos dicho otras veces, el célebre «desayuno del mollete», al que no van apenas más que políticos y empresarios antequeranos y alguno malagueño de la capital, no sirve de nada, porque se supone que unos y otros deben conocer lo que es el mollete… Este año, se ha organizado en ese Pabellón del Patronato, por lo que nos remitimos a la crónica de nuestros enviados especiales, a ver si es verdad que se invita a especialistas nacionales del sector y a ese mundo del famoseo seguido por los medios de todas clases que es lo que hace se hable de ellos. Todo el mundo habla de las riquezas turísticas de Antequera, pero estamos muy lejos de conseguir el Turismo que logra, por ejemplo Ronda, presente en todos los hoteles de la Costa con promociones y excursiones de las que Antequera está ausente.
A lo mejor, manteniendo la presencia en FITUR, se haría necesario consultar con especialistas profesionales que sepan sacarle al turismo antequerano el «jugo» que sin duda tiene. Lo que hay en juego es tanto, que no debe doler cortar por lo sano en busca del rendimiento óptimo de esa fuente de riqueza que no acabamos de aprovechar.