Estamos avisados y no nos podemos quejar como el lunes con el apagón eléctrico: el Balonmano puede desconectarse a final de temporada si no se evita lo contrario. ¿Alguien por evitar que se fundan los plomos?
En primer lugar, siempre hay que agradecer a los que dedican su tiempo para fomentar el Deporte o cualquier otra actividad, pero creemos, percibimos, que aquí el problema es el de la sociedad actual: falta comunicación, respeto y trabajar en equipo.
Ya advertíamos hace unas semanas, que no tiene sentido tener tres clubes de balonmano, aunque dos fueran filiales y un tercero de balonmano playa. Nos quedan tres semanas decisivas para el futuro del Balonmano. Vayamos a analizarlas por partes.
El Dólmenes Antequera. A día de hoy, está descendido matemáticamente, según publicó la Real Federación Española de Balonmano. No puede quedar quinto y lo máximo que puede aspirar es a ser el cuarto por abajo. Para ello, tiene que sacar más puntos que el Amenabar Zarautz.
Se agarran a un recurso de inicio de temporada, cuando se pasó de descender los tres últimos y promocionar el cuarto, a bajar directamente los últimos cuatro y promocionar el quinto. Tocar moverse en los despachos, pero a día de hoy, la Real Federación nos insiste: el Dólmenes es equipo de Primera Nacional.
Una vez que termine la temporada y se quede tercero o cuarto y antes de jugarse la promoción, quedará ese último lanzamiento, pero pinta más un pasivo que un siete metros. Si se consiguiera seguir en Plata, problema resuelto, pero si no hay dos opciones: tiene que dar el paso de aceptar su plaza en Primera Nacional o la que sería más lamentable: renunciar a ella y poder desaparecer el club. No es la primera vez que ha pasado. Ocurra lo que pase, todo apunta a que haya cambios en la directiva, pero más que hablar si sigue o no Lourdes Melero al frente, lo más importante es que hace falta una amplia directiva que dé el paso y luche por el club. ¿Hará falta tirar de jugadores para ello?
Vamos al Sano. Sin ser oficial, es evidente la ruptura con el Dólmenes. No seguirán siendo filiales. Se han clasificado para el sector final de ascenso a Primera Nacional, pero tienen un gran problema: a día de hoy, puede que lo disputen, pero en caso de ganarlo, fuentes de la Real Federación nos confirman que no pude ascender, pese a que no renueven ser filiales la próxima campaña. Lo son ésta y en caso del descenso y ascenso, no pueden terminar el año en la misma categoría.
Y tercero, lo más importante. ¿Qué pasa con la cantera? ¿Se prioriza? ¿Son conscientes que se ha perdido atracción de los jóvenes y número de equipos? ¿Perciben que no hay generación inmediata para sumar en Primera ni en Plata? ¿Cómo incorporar lo femenino a ambos clubes?
Así que estamos ante tres semanas agónicas donde puede pasar de todo. El Dólmenes quedar cuarto y conseguir que el recurso le deje promocionar. Seguir tercero y no servir nada los intentos. Bajar y optar o no a la plaza en Primera. Desaparecer. Y al Sano, que no le dejen jugar el sector de ascenso, que lo juegue y pierda, que lo gane y no le dejen ascender. ¿No sería más fácil unir esfuerzos a hacer la guerra entre todos?
Toca ceder, dar un paso atrás cada uno para luego entre todos, jugar un contragolpe y ganar el partido. La afición está harta de tantos problemas para no disfrutar en la grada. ¿Quién ganará? De cada uno depende y a todos nos afectará.