La «gala» del Cine español, un pretendido remedo de la entrega de los Oscar que tendrá lugar en la madrugada del lunes, fue un espectáculo que tuvo de todo, pero en el que lo que más «ralló» fueron las alusiones al Ministerio de Cultura y a la Casa Real, contra la que hemos pasado de respetar como se merece, a abrir un frente en el que todo el mundo tiene algo que atacar. Empezamos por la humorista Eva Hache, que hizo una presentación llena de humor, pero en la que sobraron, a juicio de muchos expertos, sus alusiones «al daño que le hace el balonmano a la Casa Real» y sus ataques a los «recortes».
El Cine recibe «ayudas» multimillonarias que hay quien no se explica: es un negocio que si tiene buen guión, buenos actores, buen director y una promoción adecuada, triunfa y gana dinero. Pero no, aquí para hacer una película es imprescindible una ayuda que pagamos todos los españoles que luego pagaremos otra vez si queremos ir a ver la película en los cines o si compramos el «dvd» correspondiente.
En 2010, el Cine recibió 76 millones de euros, que imagínense lo que hubiera supuesto de ayuda para crear otro tipo de industrias, industrias que se abrirían, es decir que existirían, mientras es público que muchas películas que obtienen ayudas para realizarse se quedan sin estrenar porque no las quiere nadie. Sintomático el caso de una gran película como «Lo imposible», de Bayona, que ha generado una millonada de ingresos por exhibiciones en España y en el extranjero –alguno de sus intérpretes figura entre los candidatos a los Oscar y la película ha recibido multitud de premios en diversos festivales e incluso en la Gala citada–, sencillamente porque es una buena película, con unos efectos impresionantes, que ha gustado y por eso la gente ha ido y comprado el «dvd».
Pues en lugar de agradecer esas ayudas, la Gala se convirtió en una cacería al Ministro Wert, que aguantó el tipo como debía y tenía que hacerlo, y a los Príncipes por no ir. Nos imaginamos que los protagonistas de la noche –el presidente de la Academia, casi lo prohibió, pero no le hicieron caso— la hubieran tomado contra los Príncipes, y éstos hicieron bien en no ir para no darles el gustazo a quienes tendrían preparadas salvas de ataques y críticas o chanzas. Y recordemos al director Corbacho, que ignoró que si invitas a alguien a tu casa, debes tener al menos algunas consideraciones como anfitrión y, en lugar de ello, «saluda al ministro sólo un 21 por ciento», en clara alusión al IVA que pagamos todos los españoles en todas las cosas y el Cine quiere librarse…
A la vista de ello, muchos industriales españoles, lamentan no gozar de esos mismos privilegios. ¿Por qué una película tiene que tener «subvenciones» y cualquier industrial antequerano, que los habría si tuvieran unas ayudas que les «empujaran» un poco, que es lo que nos afecta, no? ¿Por qué esa forma de «hacer Cultura» –más que dudosa en muchos casos— tiene ayudas y algunos periódicos, por ejemplo, no?
