Este jueves 14 por la mañana recibimos varias llamadas de vecinos de la zona del Pontón, pidiéndonos ayuda porque Endesa les había cortado la luz el día anterior y anunciaban que así lo harían hasta el día 20.
Nos mandan unas fotografías de unas fotocopias que alguien colocó sobre contenedores donde comunicaba el “aviso de interrupción de suministro por trabajos de mantenimiento en nuestras instalaciones”, del 13 al 20 de octubre de 7,30 a 17,30. Dejaba un número de referencia y un número de teléfono más para información.
Les pasó a ellos y nos pasó a nosotros cuando intentamos contactar con la empresa eléctrica y entre contestador automático y “no le entiendo” la llamada se corta. Dejando a un lado la problemática y el proceder, nos quedamos con el abuso de algunas administraciones y empresas como las de energía, bancarias y telefonía, que utilizan sus bases de datos para lo que quieren.
Uno se pregunta por un lado: ¿para cambiarte de compañía sí te llaman y no para decirte que te van a cortar la luz siete días seguidos? ¿No pueden mandar la carta como cuando devuelves un recibo, mandarte el SMS o llamada de voz por una incidencia en el pago?
No es la primera vez ni será lamentablemente la última, pero así son algunos servicios públicos: te dejan sin luz sin avisar, pese a que la normativa les respalde porque lo hayan comunicado en un anuncio pequeño en un periódico de tirada provincial o hayan dejado unas fotocopias.
¡Con lo que nos cobran de luz!… ¿no tienen presupuesto para mandar una carta en la factura que nos diga: el próximo día tal, tendremos que cortar la luz? ¿No pueden comunicarlo a los ayuntamientos o a los medios de comunicación locales como sí lo hacen cuando quieren vender sus productos y premios?
Desde aquí, nos ofrecemos a Endesa, u otra compañía de servicio público, a difundir gratuitamente, los cortes de luz para que a la población no le pille de sorpresa. Sin ir más lejos, recordamos más de un domingo de la gente sin luz en diferentes zonas de la ciudad.
Por otro lado, no comprendemos cómo en el siglo XXI, no pueden disponer de grupos de electrógenos para casos como los del Pontón. Será que no reciben dinero de las facturas que pagamos.
Y por último, volver a insistir en la disminución de la humanidad en empresas y organismos. De pequeños, recordamos cómo por la zona de la calle Nueva se buscaba a “Enrique el de la Sevillana”, ejemplar trabajador que estaba las 24 horas disponible para los vecinos que le llamaban preguntándole si sabía qué había pasado con el apagón de luz que nos dejaba con la luz de la velas.
Hoy, ¿a quién se puede acudir cuando nos quedamos sin luz? Un ejemplo de muchos otros que hay donde un contestador automático te marea con preguntas, identificaciones y demás y cuando menos lo esperas, te cuelga.
Una manera de fomentar y mantener el empleo sería el de atención telefónica personal, la misma que se encarga para que cambies de compañía y te llama a cualquier hora de todos los días.
Hay profesiones como las de las compañías eléctricas que deberían tener un reglamento de funcionamiento como servicio público que son. Mientras que no se mejore… iremos decreciendo en libertades y garantías de un buen servicio. ¿Quién se apunta a corregir estas situaciones que llegan a abusos?