Lo que el portero del Dólmenes Antequera hizo el pasado sábado fue un portento.
Momentos antes del partido conocía que su padre había fallecido y su reacción fue pedir que no se dijera y seguir estando disponible. Jugó y cómo jugó. Fue el protagonista que empujó a sus compañeros a ganar. Al final del encuentro, se emocionó, dedicando la victoria al cielo…