Por Whatsapp se suceden las fotos, una, otra… hasta un total de veintiséis y todas resumen alegría, aplauso y esperanza. Son imágenes del Club Social más entrañable que tiene esta ciudad. Usuarios y autoridades intercambiando sonrisas y abrazos, y todos a una, buscando espacios de bienestar, dignidad y amor en la vejez.
¡Qué visita tan esperada y fructífera! Sucedió el pasado martes cuando el presidente de la Diputación Francisco Salado, acompañado de nuestro alcalde y una numerosa representación de concejales, se personaron en la Residencia de San Juan de Dios. Traían una extraordinaria noticia para la ciudad de Antequera: ¡Hacer un centro de día con treinta plazas que estaría listo en dos años, casi nada!
El presidente de la Diputación lo anunció como si fuera el maná que cayera del cielo. Y no es de extrañar, porque en el salón de actos estaba San Juan de Dios, su “granada”, seña de identidad, tan querida y admirada, que nos hace elevar la vista al cielo y dar las gracias y un pequeño resumen de los centros de la provincia.Público y decorado invitan a dar testimonio del buen hacer, de la impagable labor que inició el fundador y que cada día se actualiza sirviendo a los mayores con dignidad y entrega. Trasciende, va más allá de lo meramente necesario para el cuidado de los mayores; es una rica herencia de fe que todos los continuadores de su obra deben hacer crecer y transmitir a las siguientes generaciones. Y por encima de todos, Dios velando por sus hijos;se ve en el trato tan especial que tienen los trabajadores de la Residencia, en la armonía que se respira en sus estancias y,cómo no,en la capacidad y templanza del Hermano Luis.
Antequera está de enhorabuena gracias al esfuerzo de personas que creen que la felicidad es patrimonio de todos, especialmente de los más desvalidos. El Hermano Luis está que no cabe en sí mismo de gozo, una misión más para los demás, que ve cumplida. ¡Felicidades!
