Quienes paseen por la calle del Toronjo o por la Plaza de Fernández Viagas en Antequera, podrán ver dos monumentos que se inauguraron el 28 de octubre de 1983, alusivos al Centenario de la Constitución de Antequera de 1883.
Recogemos en estas páginas un resumen de lo que supuso esa jornada histórica en una Andalucía que acababa de nacer bajo la junta autonómica. Era alcalde de la ciudad, el doctor Pedro de Rojas, quien dio la bienvenida al presidente de la Junta de Andalucía, Rafael Escuredo; el consejero de Cultura, Rafael Román; así como María de los Ángeles Infante, hija de Blas Infante. El Presidente ofreció un discurso basado en la lucha por la Cultura.
Bajo el titular de “Vibrante Jornada Andalucista en Antequera”, nuestro recordado Ángel Guerrero comenzaba describiendo en 1983: “Antequera vivió una jornada repleta de andalucismo” con el presidente del Gobierno Andaluz Rafael Escuredo, para “celebrar al mismo tiempo el I Centenario de la Constitución de Antequera 1883 y la clausura del Año del Andalucismo Histórico”.
Era viernes y a las 10,30 de la mañana, la jornada comenzaba en el Ayuntamiento donde el alcalde doctor Pedro de Rojas recibía a las autoridades, entre ellas al presidente andaluz Escuredo que fue recibido por aplausos y notas del himno andaluz.
Ya dentro del consistorio, decía a nuestro periódico: “En primer lugar, quiero agradecer al pueblo de Antequera, a través de su alcalde presidente de la Corporación, así como a toda ésta, el recibimiento verdaderamente agradable y emotivo que han realizado con motivo de mi visita, al tiempo que me gustaría destacarles la importancia de una fecha que trata de conmemorar la clausura del Año del Andalucismo Histórico, en el marco de una ciudad que tanta historia tiene acumulada de Andalucismo, de autonomismo, en definitiva de vanguardia en todo lo que supuso históricamente para el pueblo andaluz el movimiento federal y creo que en ese sentido la jornada será igualmente importante para la Ciudad”.
Firmó en el Libro de Honor del Ayuntamiento y se dirigieron al Salón de Plenos. Allí intervino el alcalde en cuyas palabras transmitió: “Sabed que Antequera toda se siente hoy protagonista orgullosa de unos actos que estoy seguro irán mucho más allá de lo puramente conmemorativo, siendo esto muy importante”.
De ahí se trasladaron a Santa María, entre cuyas autoridades también estuvieron el senador de la tierra, Antonio García Duarte; el presidente del Parlamento Andaluz, Antonio Ojeda; o el vicepresidente de la Diputación Provincial, Gerardo Fernández.
Tras nuevas palabras del alcalde, vinieron del consejero de Cultura, de la hija de Blas Infante y cerró el presidente andaluz. “Tenemos el derecho y el deber de acrecentar ese pasado histórico, esa sabiduría acrisolada y transmitida a través de siglos, de la que esta Antequera es una muestra”.
Escuredo basó su discurso en anunciar medidas culturales: “El Gobierno Andaluz está empeñado en la realización de un plan de medidas tendentes a la erradicación definitiva del analfabetismo, la formación de adultos con especial atención a la formación de la tercera edad, la implantación de nuevas bibliotecas, el fomento y desarrollo de la lectura…”.
Terminó aludiendo al padre del andalucismo: “Como decía Blas Infante, usemos el instrumento del Estado en defensa de la Cultura contra la opresión. Así Andalucía será verdaderamente libre, fraterna y solidaria y será por sí, para sí, y para los pueblos hermanos de España. ¡Viva Andalucía!”.
Inauguración del monumento a la Constitución de 1883
Desde allí partieron hasta San Luis, donde de inauguró el monumento a la Constitución de Antequera. Luego, el azulejo de la calle del Toronjo, en cuyo antiguo teatro se aprobó el documento andaluz. Mientras, la Casa de la Cultura acogió la exposición “La Antequera del Siglo XIX”.
Hubo almuerzo en el Chaplin, a base de ajo blanco, churrasco y bienmesabe. Y por la tarde se presentó un libro sobre el documento de 1883, poniendo el Flamenco el fin de la fiesta en el Teatro Torcal con “Fosforito”, Chano Lobato, Manolo Mairena, tras una introducción de la Coral María Inmaculada.
