Antequera ha decidido, en la última cita con las urnas, continuar siendo gobernada por la misma formación política que lo viene haciendo desde hace una docena de años, sin lugar a dudas, los últimos doce años donde la ciudad ha visto cómo era reconocida nacional e internacionalmente y como se le presenta un futuro muy prometedor en infinidad de aspectos muy importantes como para posicionarse, en pocos años más, como una de las poblaciones más importantes de Andalucía y España.
Cuando acompañan a los esfuerzos decididos, reconocimientos merecidos por el trabajo realizado, no hay que dejar de pensar en que todo lo hecho es valorable y reconocible, pero necesariamente tenemos que apuntar a la excelencia para llegar lo más cerca posible de lo mejor.
No podemos negar que a la ciudad le faltan árboles y le sobran coches, que los espacios reservados para el peatón en las calles que han quedado desprovistas de los famosos pivotes, por aquello de la plataforma única y de accesibilidad, son ninguneados todos los días con la condescendencia de quien tiene que poner orden en el tema. Que el transporte urbano está dejando mucho que desear en los últimos meses, y que cada vez existe más turismo de autocaravana que se tiene que marchar de Antequera porque no hay donde quedarse, donde quedarse con un mínimo de garantías de seguridad y servicios. Estas son asignaturas pendientes, que como digo, deberían apuntar a la excelencia.
Visto y comprobado tenemos que los contenedores para papel y cartón no cumplen con la solución del problema del amontonamiento que se hace de esos residuos en sus alrededores, y que falta cepillo y lejía para dar brillo y tapar el incivismo de algunos con los fluidos de sus mascotas.
Cuatro años por delante, para seguir mejorando la ciudad y hacerla más vivible por el vecino, y por ende, más visitable por el turista. Contribuyamos TODOS con la labor. ¡Gracias siempre!